Venerable Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón-La Exaltación-
Qué cerca estás ya, oh Cristo, de volver al Padre. Y, a pesar de la proximidad física y temporal, el sufrimiento aún no ha terminado. Caminas en el Calvario de las Cruces de Cuenca. Bienaventurada la madera de la Sierra que sostiene al Salvador del mundo que también muere con él.
La vida de esta Cofradía se inicia en el año 1902, gracias a la decisión de una serie de conquenses inquietos por el desarrollo de los desfiles procesionales, figurando don Rogelio Sanchis Catalán al frente del grupo, junto con otras ilustres personalidades. En sus orígenes, esta Hermandad fue sólo una sección de la del Santísimo Cristo del Amparo, (que también desfiló en algunas ocasiones, el Lunes Santo).
“Hermandad de Socorro fundada con el título de la Vera Cruz, sita en la ermita del Santísimo Cristo del Amparo, extramuros de esta ciudad, en el distrito de la parroquia de San Esteban, Protomártir”; con este título y teniendo como titular una cruz existente en los Tiradores se constituyó en 1815 la Hermandad del Santísimo Cristo del Amparo, siendo su principal promotor Francisco Palomino y contando con catorce hermanos.
Posteriormente se amplía con la imagen del Cristo propiedad del Cabildo de Santa Catalina, quien como propietario se hace cargo de las necesidades de esta Hermandad en cuanto se refiere a la conservación de la talla.
En Junta del 6 de abril de 1902 se reforman los estatutos, dándose conocimiento en ella de la solicitud de varias personas que tenían el propósito de hacer el Paso “Exaltación de Jesús Crucificado” y que solicitan a la Hermandad ponerse bajo la advocación del Cristo del Amparo, sin que a la Hermandad le supiese gasto alguno, y cuyo destino principal era desfilar procesionalmente en el desfile del Viernes Santo.
La talla es remitida a Barcelona para su restauración y ser puesta en las debidas condiciones para poder formar parte del nuevo grupo, el cual, es realizado por José Quixal, es bendecido por el Obispo de la Diócesis, don Wenceslao Sangüesa , el Domingo de Ramos de 1903, formando parte ese año en el desfile procesional.
El 25 de junio de 1905 queda definitivamente constituida la actual Hermandad tornando la del Cristo del Amparo a su sede habitual con la talla que tradicionalmente venera.El 11 de marzo de 1906 recibe la Hermandad el nuevo Crucificado procedente del mismo escultor realizador del resto del Paso, que será bendecido el Miércoles Santo del mismo año. El año anterior, el día 29 de octubre, la Hermandad solicita renovar la Concordia de participación en el desfile que tenía firmada su antecesora.
El 22 de julio de 1909 consigue la Hermandad esta renovación a recibir el nuevo paso con tallas de tamaño natural, obra del escultor valenciano don José Tena, costeado definitivamente gracias al préstamo efectuado por don Juan Julián Jiménez de la Fuente, depositario de la Cofradía, a quien ésta se compromete a reintegrar el importe anticipado. Las antiguas figuras fueron sorteadas entre los componentes de la Cofradía.
Queda con esta aprobación la Hermandad constituida como Vble. Hdad. del Stmo Cristo del Perdón, en el misterio de la Exaltación de Jesús Crucificado. Tras la destrucción del Paso en la guerra, la Diputación y la Junta de Cofradías encargaron uno nuevo, que desfiló por primera vez en 1951, obra del escultor Marco Pérez. Un total de siete figuras conforman el conjunto escultórico, siendo uno de los pasos más voluminosos de la Semana Santa conquense. En el centro de la composición, Cristo, que acaba de ser clavado a la Cruz, es izado con ella por dos sayones, plenos de expresividad y fuerza compositiva, mientras otro les ayuda empujando a la Cruz desde su parte inferior. Mientras tanto, la Virgen clava su mirada en el rostro de su Hijo. San Juan se reclina sobre el madero, en actitud cercana a la oración íntima. Un último sayón colabora en la acción de sus compañeros apoyando en la Cruz una escalera.
Las Andas son realizadas por Antonio Sánchez Sánchez, en el año 2006. Una noble obra de arte y han sido talladas en su totalidad a mano con mazo y gubias sobre madera de cedro y de Brasil. En los cuatro lados se representan motivos alusivos al Vía Crucis, con el escudo de la hermandad en los laterales izquierdo y derecho.
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