Semana Santa Cuenca. Historia de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad –del Puente-
Historia de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad –del Puente-
La Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad mantiene especial preocupación por el auxilio espiritual y material a los hermanos enfermos
Simeón bendijo a los dos y dijo a María, su madre: “Mira, está destinado para ruina y resurrección de muchos en Israel, y como signo de contradicción. Y una espada traspasará tu alma, a fin de que sean descubiertos los pensamientos íntimos de muchos”.
Por Rafael Torres
Pese a la escasez documental existente de esta Cofradía, conocemos su existencia en la iglesia de San Roque, en los primeros años del siglo XIX, en los que forma parte del desfile del Jueves Santo, participando con el resto de Hermandades en los gastos organizativos del mismo.
Hay actas de junta celebradas por esta Hermandad, desde abril de 1734, sospechando por los datos que se han ido conociendo que ya existía al menos un siglo antes. Las Constituciones de la Hermandad fueron arregladas en 1849 para acomodarse al espíritu de la Bula emitida por Roma, que establecía la Concordia entre los miembros de la Archicofradía.
Además de las líneas generales de actuación por lo que se refiere a los reos condenados a muerte, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad ha mantenido, y continúa haciéndolo, una especial preocupación por el auxilio espiritual y material a los hermanos enfermos.
El primer libro de actas que conserva la
Cofradía data de diciembre del año 1927
El primer libro de actas que conserva la Cofradía se inicia el 4 de diciembre de 1927, siendo secretario José María Ortega; cuenta la Hermandad, según dichas actas, con un fondo de 56,43 pesetas, y se escoge por sorteo al Hermano Mayor, siendo ocho los hermanos que participan como banceros en el desfile procesional.
Viste la imagen túnica blanca con delantal, que es una de sus características, siendo este el motivo por el que en 1928 no se acepta el donativo de la Camarera de la Hermandad de un nuevo manto, al ser la túnica negra con su delantera bordada en oro.
La Junta del 24 de febrero de 1929 aprueba ceder la imagen a las señoras para la organización del desfile denominado “Soledad” que se organiza únicamente ese año, siendo portado por los mismo banceros del Jueves Santo.
A esta ayuda se limita la presencia masculina en el desfile, que parte de la iglesia de San Antón, presidido por las señoras de las autoridades, hacia la parte alta de la ciudad, quedando depositada la imagen en el Convento de Monjas Petras, y continuando los asistentes hasta la ermita de la Virgen de las Angustias. El desfile se organiza el Viernes Santo al encerrar la procesión del Santo Entierro.
En 1930 se acepta el cambio de color de la túnica de la imagen que pasa a ser negro, siendo nuevamente alterado en 1950 con el manto color azul bordado en la denominada “Casa Grande” de Madrid. La Hermandad adopta esta decisión al considerar que el Jueves Santo todavía no se ha producido la muerte del Redentor.
Tras desfilar en 1940 con una talla solicita a un artista valenciano, al terminar el desfile le es devuelta por no gustar a los componentes de la Cofradía, se efectúa nuevo encargo a Marco Pérez con cuya talla desfila ya en 1941.
Talla que corresponde al modelo clásico de dolorosa con un estilo claramente barroco castellano, en un principio la talla de Marco Pérez solo era de busto, cubierta el cuerpo por los ropajes, hasta que en 1984 se realiza el resto del cuerpo por José Antonio Martínez Fernández. La imagen al ser recibida queda depositada en la iglesia de El Salvador, hasta que en el mes de abril del mismo año es traslada a su sede habitual en San Antón.
La Virgen muestra un rostro idealizado con expresión de dolor ante el drama que sufrirá su Hijo. Entrelaza sus manos ante el pecho, en el que porta un corazón atravesado por siete dagas, símbolo de los siete Dolores sufridos por la Madre de Dios. Desfila la imagen con un fastuoso manto de terciopelo azul bordado por Encarnación Román, manto que es estrenado en el desfile de 1956.
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