Semana Santa Cuenca. Historia de la Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno-de El Salvador-

 

Historia de la Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno-de El Salvador-

Domingo, 28 de Marzo de 2021. Cuenca | Rafael Torres/

Y, al llevárselo, echaron mano de un tal Simón, natural de Cirene, que venía de una granja y le cargaron la cruz para que la llevase en pos de Jesús”.

 

Viernes Santo…El ahogado murmullo de las aguas del Júcar y del Huécar, inquietan y estremecen la estructura pétrea de la ciudad Colgada, su columna capital de  rocas se zarandea. Es la hora de entregar al reo a las Turbas. Impaciencia ansiosa. Jesús Nazareno bajo el dintel recibe la impronta del primer escarnio en asombrosa y ruidosa algarabía lanzada por las Turbas.

 

Es el amanecer más arisco de Cuenca en el día cumbre de su Semana Santa. Es la cima de la tragedia de Cristo que acompaña a Jesús al Calvario con sonido de roncos  tambores destemplados y clarines que traspasan el alma. Lloran hasta las piedras que contemplan la barbarie.

 

El 7 de marzo de 1615, el Real y Supremo Consejo de Castilla emitió la Real Provisión por la que se autorizaba la erección de esta Cofradía y la correspondiente salida de la procesión de nazarenos.

 

 

Su evolución va estrechamente ligada, en su historia, con otras tres Hermandades: San Juan Evangelista, Soledad de San Agustín y Santísimo Cristo de la Luz. Todas las imágenes recibían culto en el antiguo convento de San Agustín, situado en la actual plaza de la Constitución, antes de Calvo Sotelo, en el mismo lugar en que durante muchos años ha estado la Posada de Santa Luisa, y antes Parador del Sol.  

 

Dentro del citado Convento se había constituido, en tiempo inmemorial, el Cabildo Sacramental del Señor San Nicolás Tolentino, organismo encargado precisamente de potenciar la vida de las Cofradías formadas en su seno.

 

Por lo que se refiere a la Hermandad, su origen de culto es remotísimo, a partir de una imagen que representaba la advocación de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas.

 

Considerada desde sus inicios como Hermandad formada por las clases dominantes de la ciudad, su talla es considerada milagrosa “en recuerdo de los numerosos favores y mercedes experimentados por esta ciudad en las enfermedades de las gentes y falta de aguas en los campos y otros contratiempos”.

 

Aquella imagen fue, sin duda, una de las primeras en salir procesionalmente; en efecto, en los Estatutos promulgados en 1662 se hacía constar que debía salir en la procesión de penitencia, como lo venía haciendo desde 1615, cifra está que la convierte en una de las más antiguas procesiones conquenses.

 

Como consecuencia de la Real Cédula del 20 de febrero de 1777 por la que se prohíbe concurran a las procesiones disciplinantes y empalados, ni otros espectáculos. La Hermandad se dirige al Consejo de Castilla solicitando aclaración a esta ley y la autorización para participar vestidos de nazarenos, pues su misión es acompañar a la imagen con velas encendidas, lo que se ejecuta con la mayor compostura y edificación. Consigue esta autorización el 8 de marzo de 1779 pero con la condición de que deben ir con el rostro descubierto.

 

 

Desde 1904 incorpora al desfile el paso de Jesús Caído y la Verónica, donación de don Mariano Catalina, previa autorización del resto de las Hermandades que componen el desfile.

 

Destruidas sus tallas en 1936, celebra la Hermandad su primera reunión el 31 de diciembre de 1939, en la sacristía de la Parroquia de El Salvador. Nombrando en la misma una comisión, para contratar con Marco Pérez, la elaboración  de un nuevo paso con andas incluidas, dos imágenes, todo en un precio de 10.000 pesetas, con el compromiso del escultor para poder desfilar en 1940.

 

Talla en madera que responde a la iconografía de Jesús llevando la cruz sobre el hombro izquierdo, casi erguido, el Cirineo sujeta con sus dos manos el otro extremo de la cruz, se incorporó en 1945. Es portado por 30 banceros. Andas, obra de José Calvo Portero.

 

En la Junta del 1 de marzo de 1942 se hace la primera referencia documental en el seno de la Hermandad, de la existencia de las Turbas, facilitandoles una credencial, obligándoles a respetar la compostura, indicándose que su sitio se encuentra en la cabecera del desfile.

 

 

En 1941 realiza su desfile con la talla actual de Marco Pérez que todavía no incorpora la talla del Cirineo.  Completa su desfile con la talla “La Caída”, obra del mismo escultor en 1945.  

 

Se compone de las tallas vestidas que representan la escena en el que la Verónica enjuga con un paño el sudor de la faz de Cristo tras caer por el peso de la cruz. Es portada por 24 banceros. Andas, de los Hermanos Pérez del Moral en 1985 cuyo diseño se adaptó a las del paso titular.