SEMANA SANTA CUENCA. Historia de la Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos de San Juan Apóstol Evangelista
Historia de la Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos de San Juan Apóstol Evangelista
Era uno de ellos, al cual Jesús amaba, recostado sobre el seno de Jesús.
En siglos pasados, la Hermandad de San Juan Evangelista apareció formando parte del Cabildo de San Nicolás de Tolentino, en el Convento de San Agustín. Quedan muy pocas noticias de aquellos tiempos, pero sí ha trascendido a la posteridad que los hermanos poseían una talla muy antigua, de origen italiano y gran valor artístico.
En 1702 se produjo una refundación o revitalización de la Hermandad, recibiendo entonces la denominación de San Juan Apóstol y Evangelista; se conservan actas desde el año 1757.
Únicamente tienen derecho a voz y voto en las Juntas los hermanos mayores, cargo al que también podían acceder las mujeres, tras varios años de permanencia en la Hermandad, habiendo demostrado durante ellos una vida austera y religiosa y un exacto cumplimiento de las obligaciones como miembro de la Cofradía.
Portaba el Hermano Mayor principal un cetro de plata de seis cañones y su pirámide, con remates del mismo metal, sobre la imagen de San Juan con diadema estrellada y un águila de plata, con un peso total de dos libras y dos onzas.
Tras la destrucción del Convento de San Agustín, pasa a la iglesia de El Salvador compartiendo la capilla, propiedad de don Julián y don Juan Ángel Tenorio, con la Hermandad de la Soledad, hasta que en 1876 pasa a compartir la del Santísimo Cristo de la Luz y dos años más tarde su actual capilla, hasta esa fecha destinada al cuto de San Vicente Mártir.
En 1901 efectúa el cambio de su uniformidad adoptando la túnica morada (hasta estas fechas túnica y capuz verdes) con banda verde con dos borlas amarillas y rosario. En 1916 sustituye estas prendas por su actual cinturón verde. En 1913 recibe la donación de una túnica que por encargo de D. ª Anselma Lledó y don Antero Nieto bordaron las Madres Concepcionistas, y que todavía luce la imagen en sus desfiles procesionales.
Renace la Hermandad con la reunión celebrada por once hermanos el 21 de mayo de 1939 en el Convento de las Siervas de Jesús, encargando rápidamente al escultor Tomás Marqués Amat nueva talla que desfilará en 1940.
Tras el desfile de ese año, el mismo Viernes Santo se reúne la Junta General en los salones de La Fraternal, cerrándose el bajo llave, comprometiéndose los presentes a no abrir los salones hasta que se consiga financiación para una nueva talla. Mediante el sistema de acciones reintegrables, se suscriben en ese mismo acto por importe de 5.050 pesetas, encargándose automáticamente nueva talla a Marco Pérez, que desfilará por vez primera en 1941.
Con madera de sabina procedente del paraje conquense de El Cerviñuelo, y donada por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad, recibe la cofradía esta representación del Evangelista. El rostro angustiado de San Juan es dulcificado por las numerosas líneas curvas de su composición. Si bien es una imagen de vestir, Marco Pérez talla su obra en forma completamente anatomizada como si fuera a mostrarse desnuda, consiguiendo un perfecto acabado.
En 1952 Luis Marco Pérez presenta la maqueta de las nuevas andas, siendo los Hermanos Pérez del Moral los encargados de llevar a la práctica el proyecto, con la excepción de la nube y los ángeles que son realizados por Luis Marco Pérez y Enrique Gimeno Monrabal se encarga de su dorado. Se estrenan un año después. Portan la imagen 28 banceros, 10 de turno y 18 de subasta.
Esta goza de aceptación entre los componentes de la Cofradía y en la subasta de banzos realizada ese año; un banzo se adjudica en mil pesetas (cinco mil es el precio total de la talla).
En diversas etapas de su evolución, esta Hermandad ha tenido adscritas otras, como la del Cristo de la Merced, o bien se ha encargado de sacar procesionalmente otros pasos, como el de Jesús Entrando en Jerusalén o el de Nuestra Señora del Amparo, allá por los años de 1950. Tradicionalmente, a esta Hermandad han pertenecido los ebanistas y carpinteros.
Característica de su desfile es el colorido del mismo, al variar la uniformidad, túnica morada para los componentes de las filas y Hermanos Mayores, y granate para los banceros y porta de insignias.
Al titular de la Hermandad está dedicada la marcha procesional “San Juan” del músico y compositor conquense Nicolás Cabañas, reconocida de forma popular como el himno adoptado de la Semana Santa de Cuenca. En el tercer centenario (2002), la hermandad regaló a Cuenca el Monumento al Nazareno, obra de Javier Barrios, sito en la Plaza de la Constitución, hoy conocida como Plaza del Nazareno
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