Semana Santa Tarancón. Pasión y fervor en la representación popular de la Pasión Viviente de Tarancón
Pasión y fervor en la representación popular de la Pasión Viviente de Tarancón
22 escenas se representan en el casco histórico de Tarancón sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo
El casco histórico de Tarancón volvió a la ciudad de Jerusalén 2.000 años después para acoger en la tarde noche del Sábado Santo la representación de los hechos ocurridos en los últimos días de Jesucristo según relatan los Evangelios de Juan y Mateo. Cerca de dos horas, 150 actores representaron 22 escenas de la Pasión Viviente de Tarancón declarada de Interés Turístico Regional.
Antes del comienzo de la misma, se realizó un desfile de una Centuria Romana que anunciaba la representación desde la calle Miguel de Cervantes a la Plaza de la Constitución. A continuación, comenzó la Representación Popular con la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén en la Plaza del Ayuntamiento. Cerrando la representación la escena número 22 que corresponde a la Ascensión sobre las 22:30 horas en la puerta de la iglesia de Ntra. Sra. de la Ascensión.
Las escenas contemplan: La Entrada Triunfal en Jerusalén, Encuentro con los Sanedritas, Curación del Ciego, Preparativos de la Cena, Última Cena, todas en la Plaza del Ayuntamiento. Oración de Getsemaní, Beso de Judas y Prendimiento en la Plaza de la Solana. Juicio a Caifás, Negación de Pedro, Juicio a Pilatos en la Plaza del Caño.
Primera Caída y Simón de Cirene (principio de la Cuesta de la Iglesia, Encuentro con María, final de la Cuesta de la Iglesia. Verónica, Segunda Caída y Ahorcamiento de Judas, Consuela a las Mujeres de Jerusalén, Tercera Caída, Crucifixión, en la Plaza de la Constitución. Entierro en el Camino de la Iglesia. Resurrección y Ascensión en la Puerta de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Cabe destacar, que la Representación de la Pasión Viviente se formalizó en 1990 gracias a la iniciativa del Grupo de Teatro Llave, Estudio 13 y se hizo sobre el texto original escrito por el sacerdote Venancio Cañego, que era el párroco de Tarancón y que posteriormente fue traslado a Cuenca, a la parroquia del Protomártir San Esteban. Todas las escenas son auténticas ilustraciones de gran belleza de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, teniendo como escenario el Casco histórico de Tarancón.
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