Pregón de las Fiestas del barrio de Tiradores Bajos 2023. A cargo de Rafael Torres Muelas. 19 de mayo de 2023.
Pregón
de las Fiestas del barrio de Tiradores Bajos 2023
Muy
buenas noches a todos los asistentes. Gracias, muchas gracias de corazón por
vuestra presencia aquí esta noche en el pregón que da inicio a las
tradicionales fiestas de uno de los barrios con más solera de la capital
conquense, el de Tiradores Bajos.
¡Por
fin! Y encomendándome al Santísimo Cristo del Amparo, puedo dar el pregón de
fiestas. Después de la suspensión de las fiestas por la terrible pandemia
y de
la no celebración de las fiestas el pasado año por motivos de guita. Hoy
estamos aquí.
Para
mí, el estar hoy aquí haciendo el pregón supone en lo personal una satisfacción
enorme y un placentero honor por lo que ha significado este barrio en mi
formación interior como persona y los bonitos recuerdos que me trae a mi baúl
de la feliz memoria cuando paseo por sus estrechas calles o visito la iglesia
Santísimo Cristo del Amparo.
No puedo pasar por alto la belleza del paraje natural donde nos encontramos, en pleno paseo del Huécar, en dirección a nuestras
simbólicas Casas Colgadas, Puente de San Pablo, o el antiguo Convento de San Pablo, antiguo convento de la orden de los Dominicos. Denominado con toda razón Paseo del Arte.
A mí
personalmente, como a muchos conquenses me gusta pasear con frecuencia por esta
zona para ver lo bonita y agraciada que es nuestra ciudad de Cuenca. Yo voy
andado por este paseo y voy pensado.
¡Qué
bonita eres Cuenca! Envidia tienen las flores que crecen junto al Húecar, a su
paso por Tiradores Bajos. Y no lo pueden
disimular. Es tu paisaje asombroso que va rompiendo los corazones. Quién fuera
viento para volar por tu esqueleto de piedra colosal. Compartir tus sueños en
tu palacio de cristal que forman el Júcar y el Huécar cuando te bordean.
En esta zona de singular belleza a extramuros del primitivo Cabildo hospital de Santa Catalina del Monte Sinaí-actual iglesia Santísimo Cristo del Amparo- formaron barrio numerosas familias, de origen humilde, extramuros al lado de los lavaderos de los Tintes y el molino de San Martín. Hoy en día el barrio de Tiradores Bajos.
Gentes venidas de otros barrios interiores de la ciudad, además de algunos comerciantes llegados de otros lugares en la búsqueda del trabajo que provocaba la industria de la lana, por entonces en época floreciente. Desde sus orígenes este popular barrio ha sabido adecuarse al correr de los tiempos ocupando su lugar entre la entrada a la Cuenca histórica por la Puerta de Valencia y la Cuenca moderna.
Desde
su formación, sus pobladores siempre han llevado a gala su condición de
cercanía entre vecinos, relacionándose como si se tratará de familias.
Mencionar Tiradores Bajos es nombrar apellidos de familias de toda la vida que
han formado el barrio con sus usos y costumbres que se han ido trasfiriendo de
padre a hijos.
Abarcas,
Pardo, Hernansáiz, Torrecillas, Aguilar, De la Cruz, De la Cruz Regidor,
Mercado, Iniesta, Martínez, González Martínez, Patón, Sáiz, Herráiz, Hernansanz,
González Hernández, Serrano Cercenado, Galdrán, Mellado Royuela, Caballero,
López, Angulo, Gil Delgado, Martínez Barrios, Díaz Cañas,
Moya Serrano,
Palomino, García Molina, Román García, San José Mellado, Jiménez y Leal, entre
otros.
Los
vecinos de este singular barrio se han distinguido por viajar por el mundo por
distintas razones. Así hemos podido ver a Boni corriendo la maratón de Nueva
York (en Estados Unidos) o a Cortezas por Reino Unido en la coronación de
Carlos III y su esposa Camila. Y a Pimenteros manteniendo una audiencia con el
Papa Francisco.
Estos apellidos
y muchos otros han fundamentado un barrio humilde, campechano, y hacendoso que
han visto como con “Patrona Entereza” aderezada con altas dosis de “Paciencia”
su barrio ha ido cambiando y mejorando, adaptándose a los tiempos modernos.
Es de
obligado cumplimiento recordar en este pregón al padre paúl Ricardo Rábanos
(con calle justamente dedicada en el barrio). Todavía pervive su huella
solidaria en el barrio y su auxilio a los vecinos en aquellos tiempos de pan
como cemento y hambre a raudales.
Cada
procesión cuando sale la imagen de la Milagrosa se recuerda con cariño a los
padres Paúles pues fueron ellos quienes la regalaron al barrio de Tiradores
Bajos.
Mi relación y unión a este barrio llegó al cursar en las primitivas Escuelas de niños y niñas del colegio Cristo del Amparo, los cursos de 6º y 7º de la EGB. Porque yo fui a EGB. Eso ocurrió en el año 1980 y mi vida cambio por completo.
Aquella
vieja escuela diseñada por Alcántara el arquitecto, (no Antonio el padre de
Cuéntame cómo paso). Un edificio de dos plantas que dividía su pequeño espacio
en tres aulas en la parte de arriba. Allí pasé los mejores años de mi vida e
hice amistades que aún conservo a pesar del paso del tiempo.
Contaba
aquella escuela con un elenco de profesores fabulosos, he tenido profesores en
el Instituto, en la Universidad, pero solamente me acuerdo de los nombres de
aquellos maestros: Don Antonio Martínez, Don Pedro, Doña Consuelo, y el
malogrado Don Agustín que no dejó tan pronto y sin esperarlo que causó un gran
dolor en sus alumnos. Gracias por sus enseñanzas y por formar generaciones y
generaciones de niños y niñas. Además de la Gramática y Aritmética nos
inculcaron el esfuerzo, la honradez y el respeto a los demás.
Nuestro recreo era el barranco que dividía el barrio de Tiradores Bajos en dos partes. Allí jugábamos y fuimos felices, muy felices. Las chuches y los primeros cigarrillos sueltos en el Kiosco Pastor de (2 a 92 años). Los bocadillos en la tienda de “Martón”, anterior casa de comestibles del Sr. Poli Jiménez, del que recuerdo como lanzaba pétalos de rosas al paso del Santísimo Cristo del Amparo, desde su casa, en el día de la procesión.
No
puedo olvidarme de los colines y de las tortas de manteca de una de las panaderías
más tradicionales de Cuenca capital que defiende la bonanza de los productos
artesanales frente a los industriales como productos saludables. La de Tía
María de toda la vida que actualmente regentan los Hermanos González. El corte de pelo al estilo tazón en la
peluquería de Baltasar Iniesta, que luego regentaría “tijeritas” al casarse con
su hija. Y la miranda en la posada antigua del Señor Virgilio.
¡Cuántos
buenos recuerdos encerraban esas paredes de la Escuela! Aquellos maravillosos
años de mi infancia que quedan retenidos en mi memoria como recuerdos
imborrables en un pequeño barrio de una pequeña ciudad.
Allí fragüe una amistades sinceras y perpetuas con: Juan Carlos y Luis (Chafo), José María Izquierdo, Codes, Óscar, Joaquín, Mercado, Ernesto, Gallego, Paquillo (músico), Vitín, Agustín y Carlos Poveda, Angelete Torrijos, Bascuñana (palillo), Isidro, Perico (Pipa), Miguel y Santi (Panaderos), Miguel, Carlos, Nieves, Nines, Rafa, Marcelino, Valverde, Conchi, Marián, Palomo, Paquillo, Juanillo, Pote, Pupi, Toñi, Guerra, Ortiz, Checa, Ovejero, Seguro que se me oliva alguien, espero que me disculpe. Pero son tantos amigos.
No puedo olvidarme de don Francisco Bermejo párroco y benefactor del barrio durante 55 años. Mis inicios de monaguillo en sus misas que me llevaron a descubrir y conocer la pasión de un barrio por su Santísimo Cristo del Amparo. La solemnidad y la emotividad con la que celebran las “Ascensiones”.
El adorno de la calle estrecha con la Sabina que indica el comienzo de las fiestas. La celebración de actos lúdicos y festivos. No podía faltar el partido de fútbol contra los vecinos de Fátima (Tiradores Altos). Que, por cierto, casi siempre nos ganaban porque jugaban con el factor campo. Pues sabían muy bien elegir su campo en la ladera del Cerro del Socorro y correr cuesta abajo con la ventaja que eso conlleva. Además de los hoyos que ya se los sabían de memoria. El tercer tiempo era lo mejor, con la zurra.
La Función Religiosa y la Misa de Comunión. Porque la comunión en Tiradores Bajos se hace el domingo de la Ascensión.
Por la tarde noche, de ese domingo se celebraba la procesión donde se ponía de manifiesto la veneración de sus vecinos hacia su Cristo del Amparo, La Milagrosa y el Niño Jesús, todos perfectamente adornados con flores naturales que los santeros de la ermita y fieles devotos habían preparado horas antes. Las vecinas del barrio habían adornado los balcones por donde discurría la procesión.
Subía por la calle A, hasta la Tina y bajaba por la calle F, que estaba completamente adornada por las vecinas con algunos altares y el suelo con sábanas y mantas acicaladas de la mejor forma posible para que pasará sobre ellas el “Señor del barrio”. Después de recorrer las calles adyacentes regresaba a la ermita.
Había
un momento que me gusta considerablemente. Cuando las sagradas imágenes
traspasaban el arco de hierbas, que anunciaba la entrada al barrio, comenzaban
a arder multitud de hogueras en el barranco y se disparaban centenares de
cohetes y comenzaban los fuegos artificiales que mostraban en imagen la figura
del Cristo del Amparo en la puerta de la escuela y enfrente la imagen de la
Milagrosa, obra del “Cohetero” del barrio ayuda por Paulino “El Gallego”.
Finalizada
la procesión comenzaba la cena vecinal, como no podía de ser de otra forma,
compartiendo mesa y mantel entre todos. Antes de acabar la fiesta había que
visitar el puesto de los Hermanos Palacios con sus bolsas de alajú, peladillas
blancas que se nos deslizaban por el paladar y la textura garrapiñada que
envolvía almendras, cacahuetes y pipas del sello “Palacios”.
No
puedo terminar este pregón sin acordarme de esos vecinos de enfrente los
Herminio padre e hijo que ahora mismo me estarán viendo en el azul del cielo y
se sentirán muy felices con este momento. Es el olvido y no la muerte lo que
apaga la vida y sus señales.
Gracias
a todos por vuestras generosidades al estar escuchando a este humilde pregonero
que siempre lleva y llevará consigo al barrio de Tiradores Bajos.
Estimados
vecinos, ha sido para mí un honor y un considerado y querido privilegio el
haber dado el pregón. Un momento que quedará retenido en mi memoria como un
recuerdo imborrable.
Os
deseo felices fiestas.
¡Viva
el Santísimo Cristo del Amparo!
¡Viva
el Barrio de Tiradores Bajos! ¡Viva Cuenca!
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