Fiestas San Fermín. 7 de julio atípico e inusual en Pamplona: "Pobre de Mí", otra vez sin San Fermín
Por segundo año consecutivo, las entrañables fiestas de San Fermín que colorean y manchan de júbilo y color las calles del centro de Pamplona, se han tenido que suspender como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Los pitones del virus con su veneno en las puntas han robado a Pamplona su celebres encierros, sus tradiciones más enraizadas. No hay bullicio en sus calles, ni charangas. Las tardes de toros en su monumental plaza de la “Casa de Misericordia”, que era el volcán de los Sanfermines por su explosión del magma festivo en sol organizado por las peñas pamplonicas se ha apagado. Sus cenizas han convertido a Pamplona en una ciudad insustancial y gris.
San Fermín ha entonado otra vez el “pobre de mí” antes de iniciar la fiesta. La suspensión por segundo año consecutivo de los Sanfermines a causa de la pandemia de COVID-19, vuelve a marcar un mojón en la historia de las fiestas de la capital de Navarra. Esta legendaria fiesta se ha celebrado incluso durante las epidemias de cólera y de la llamada gripe española.
Las fiestas en honor a San Fermín de Amiens tienen su origen en la unión de los actos religiosos que se celebran desde antes del siglo XII en honor al copatrón de Navarra, San Fermín, las ferias comerciales y las corridas de toros. Hay registro documentales de estas dos ferias desde el siglo XIV.
La festividad de San Fermín se celebraba antiguamente el día 10 de octubre, pero en 1591 el Ayuntamiento de Pamplona solicitó al obispado trasladar la fiesta al 7 de julio.
Curiosamente, ninguna de las tres grandes oleadas de cólera del XIX había podido con las fiestas grandes de Iruña. En cambio, los conflictos bélicos sí que obligaron a la suspensión de los Sanfermines, cuatro de ellos en el siglo XIX.
De esta forma, no hubo fiestas de 1808 a 1814 debido a la ocupación francesa. De 1821 a 1823 durante el trienio liberal, por la guerra entre absolutistas y liberales. En las guerras Carlistas tampoco hubo Sanfermines, en la primera de 1834 a 1838, ni de 1872 a 1875 en la tercera guerra.
En el siglo XX, en plena contienda civil española, no hubo fiestas en los años 1937 y 1938. Sumadas a otras suspensiones parciales, como fue, en 1978, del 8 al 24 de julio, por los incidentes en los que falleció de un disparo de la policía el joven Germán Rodríguez y el 12 de julio de 1997 durante 24 horas por el vil y cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de la banda terrorista ETA.
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