Semana Santa. Multitudinaria procesión infantil en el preámbulo de la Semana Santa de Cuenca

 

Multitudinaria procesión infantil en el preámbulo de la Semana Santa de Cuenca

Sábado, 26 de Marzo de 2022. https://eldiadigital.es/sec/cuenca| Rafael Torres/

A las 11 horas ha comenzado la procesión infantil organizada por la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca, con la presencia de centenares de pequeños nazarenos y nazarenas que no han querido pasar por alto su participación en la misma.

 

 

23 hermandades de la Semana Santa de Cuenca han estado representadas en el cortejo con 24 "pasitos" por llevar la Hermandad del Resucitado dos, la Virgen del Amparo y Jesús Resucitado. 

 

La procesión infantil partió de la antigua iglesia de San Andrés para recorrer calles tan nazarenas como son: Peso, Solera, Plaza del Salvador San Vicente, Alonso de Ojeda, Plaza Cardenal Payá, Pósito, González Francés, Melchor Cano, Solera, Plaza del Salvador, Solera, Peso y de nuevo al punto de partida en la antigua iglesia de San Andrés.

 

Abría el cortejo de la ilusión nazarena la hermandad  de Borriquilla, seguida de: Vera Cruz, San Juan Bautista, Medinaceli, Esperanza, Santa Cena, Huerto de San Esteban, Prendimiento, Negación, Ecce Homo, Amargura, Huerto de San Antón, Amarrado, Jesús del Puente, Soledad del Puente, San Juan, Soledad de San Agustín, Exaltación, Agonía, Descendimiento, Angustias, Congregación y cerraba la procesión la hermandad del Resucitado. Todo un éxito de participación y de público viendo la procesión infantil.

 

A lo largo del recorrido los jóvenes nazarenos y nazarenas han regalado entrañables imágenes similares a las que se viven en los dias de pasión. Todos querían ser banceros y sentirse protagonista por un día en su "desfile procesional".

 

Impresionante ha resultado escuchar el primer sonido de las trompetas y de  los tambores a cargo de la Banda de la Junta de Cofradías que abría la procesión después de dos años sin oírlos en las calles de la Cuenca Nazarena.

 

 

Cuenca se ha vuelto a vestir de nazarena, con sus jóvenes hijos, futuros banceros del mañana portando sobre sus pequeños hombros las imágenes de su devoción. 

 

La seña de identidad del pueblo conquense está garantizada porque afortunadamente hay un gran relevo generacional.