Galería de imágenes en el interior. Por C.Moral
El Lunes Santo es un día de penitencia en la Semana Santa de Cuenca, y después del desfile que protagonizó ayer la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, todo queda cumplido.
La Procesión Penitencial que ofreció la Muy Ilustre y Venerable Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, tanto dentro de las naves catedralicias como en la carrera oficial fue un conjunto de actos dirigidos a dar las gracias, pedir ayuda o reparar el pecado cometido por medio de las últimas palabras de Jesucristo en la Cruz. Una evangelización en la calle seguida de la reflexión personal.
Los cirios de los hermanos, el incienso, el toque de la campana en la cabecera junto con el redoblar de los roncos tambores marcaron en la noche del Lunes Santo conquense, el lento caminar de un “crucificado” en el momento de Su Expiración. Junto a los sonidos polifónicos del Coro de Cámara “Alonso Lobo “con sus cantos litúrgicos que sellaron el solemne discurrir de la procesión desde la Catedral hasta la iglesia de San Esteban.
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Después de la Misa de Hermandad, oficiada por el Sr. Obispo y tras desfilar por las naves catedralicias comenzó la procesión oficial a las 22:30 horas, con la salida desde la Catedral y la primera meditación que, sobre la Primera Palabra, realizó el Sr. Obispo don José María Yanguas, desde la escalinata de la Catedral.
La imagen iluminada en sus andas por cuatro blandones comenzó su desfile en grave silencio por la Plaza Mayor hasta llegar a la portada del Convento de las Esclavas del Stmo. Sacramento, lugar donde tuvo lugar la Segunda Palabra, a cargo de José María Cordente.
Seguidamente el cortejo penitencial, descendió por la calle Alfonso VIII con el redoblar de dos roncos tambores en busca de la iglesia Oratorio de San Felipe Neri, donde se predicó la Tercera a cargo del hermano Israel Casanova Valero.
A la altura de la austera y antigua iglesia de San Andrés, el hermano Santiago Martínez Palomo, ofreció la Cuarta Palabra. La Quinta tuvo lugar en la iglesia del Salvador a cargo del Hermano Mayor Presidente, Julio Fernández Buenache.
Tras abandonar el cortejo el casco histórico a su paso por la Puerta de Valencia tuvo lugar la Sexta Palabra en la elegante portada renacentista del Convento de la Concepción Franciscana a cargo del hermano José Manuel Vela Velasco.
La Sagrada Expiración del Señor tuvo su meditación a cargo del Vicario General del Obispado de Cuenca y Párroco de San Esteban, Antonio Fernández Ferrero en el interior de la iglesia donde todos los hermanos dieron por finalizada la procesión con el canto del Miserere, sobre la 1, 30 horas del ya Martes Santo.
Ocupaba la presidencia eclesiástica de la procesión el Clero Diocesano y la Presidencia Institucional un Representante de la Junta de Cofradías y del Excmo. Ayuntamiento.
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