Magna y gloriosa Semana Santa de Cuenca del 2022
Cuenca vivió de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección una vibrante Semana Santa que culminó con una histórica e inolvidable procesión de Camino del Calvario.
Las 32 hermandades que componen la Semana Santa de Cuenca expusieron en sus desfiles procesionales el amor que conciben por esta Semana de Pasión. Dos años y en algunos casos tres sin procesiones incitó en los nazarenos conquenses unas enormes ganas de desfilar con sus hermandades, haciendo que cada día de la Semana Santa se convirtiera en un caudal ciclópeo de emociones y sentimientos.
Las procesiones fueron seguidas por cientos de personas que abarrotaron los lugares claves por donde transcurrieron los desfiles procesionales. Nadie quería perderse un detalle de los muchos que ponen las Hermandades en la Vía Dolorosa de Cuenca.
Días de expectación y paciencia, donde volvieron por fin las aglomeraciones y las largas esperas, en las cercanías de las iglesias de donde salían los desfiles, en la Plaza Mayor que volvió a ser la “casa de los conquenses”, en las inmediaciones del Oratorio de San Felipe Neri para escuchar el Miserere de Pradas a las imágenes a cargo del Coro del Conservatorio de Música y en las calles del Peso, Solera, Alfonso VIII, y en las curvas de la Audiencia, cualquier rincón del Casco Antiguo tenía su encanto nazareno.
El buen tiempo también ha querido sumarse a la celebración de la Semana Santa. Días de sol y buena temperatura vivifico aún más a los nazarenos a participar y a la gente a salir a ver las procesiones. Durante el Martes y Miércoles Santo para no perder la costumbre hubo incertidumbre con la posibilidad de lluvia pero no podía ser. La Semana Santa y Cuenca necesitaban encontrarse con su esencia más profunda.
Las diez procesiones que se celebraron desde el Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección fueron una emisión en vivo y en directo del Evangelio. Una ilustración en la calle que sirvió como ejemplo purificador de la Pasión y Muerte de Jesucristo, hijo del carpintero. A veces es la fe, la única fe de muchos, niños y mayores, que necesitan ver para creer”. Y la Semana Santa de Cuenca lo puso de manifiesto en cada desfile procesional.
Enhorabuena a la Comisión Ejecutiva de la JdC, a su Junta de Diputación, a todas las Juntas Directivas de las Hermandades, a todos los nazarenos que desfilaron en los diferentes desfiles procesionales por hacer con su esfuerzo que la Semana Santa del 2022 sea histórica y difícil de olvidar.
A las Banda de Tambores y Trompetas de la Junta de Cofradías que abrían los desfiles procesionales anunciando con sus excelentes redobles que la procesión estaba en la calle. A la Banda de Música de Cuenca que actuaba de puntal de los banceros cuando a este le faltaban las fuerzas, interpretando solemnes marchas procesionales de compositores conquenses. Quien mejor que ellos para saber cómo aliviar la falta de fuerzas en determinados momentos. A todas las personas y autoridades que trabajaron para que la Semana Santa resultará gloriosa en todos sus aspectos. Como en todo, habrá aspectos que se pueden mejorar en nuestra Semana Santa, pero este año lo importante era volver y regalar a Cuenca una Semana Santa inolvidable.
A todos los niños y niñas que participaron en las procesiones porque llenaron los desfiles de “futuro”, y de color infantil, de sonrisas y esperanzas en la inmortalidad de la Semana Santa de Cuenca. Cada día de procesión se evidencio que “los pequeños nazarenos” son un prodigio que se renueva constantemente en Cuenca y que lo hace a la perfección con estos niños que son el futuro y el relevo al frente en unos años.
Martes, 19 de Abril de 2022
Volvieron en buena hora y de qué forma. La devoción de nuestros nazarenos, (nacer nazareno y morir nazareno por la gracia de Dios), la alegría de nuestros niños, la entrega desmedida de todos los banceros, (penitencia economía y física a raudales), la fuerza y el sonido de las Turbas (Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por su parangón en el mundo entero, la grandeza del Miserere que rompe el corazón y el emocionante silencio de las noches de procesión.
Que nuestras raíces sigan más vivas que nunca, calando hondo cada vez más en nuestras vidas nazarenas para seguir haciendo historia de una tradición que necesitamos los nazarenos como oxígeno vital para nuestras vidas diarias.
Que nuestra alegría nazarena por lo vivido llene nuestro cuerpo hasta que llegue la Semana Santa del 2023.
Con lágrimas de emoción, felicidad y amor terminó este artículo en el que he intentado enunciar los sentimientos vividos en esta Semana Santa que ya es historia viva en cada nazareno. El amor hacía una pasión de siglos de tradición renovada y más fuerte que nunca.
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