Semana Santa
Cuenca revive su particular “Martes Santo” en un estado de confinamiento
Miércoles, 08 de Abril de 2020. Cuenca | Rafael Torres/ El Día digital.es
Cuando la Semana Santa forma parte de un sentimiento profundo en el interior del nazareno conquense no resulta extraño que este pueda manifestar y exteriorizar que mentalmente está desfilando con la imagen de su devoción.
Aun sabiendo, que era quimérico participar físicamente en la procesión fueron cuantiosos los nazarenos que miraron el reloj a lo largo de la tarde porque eran conscientes que algo muy importante sucedería a partir de las 19 horas en sus mentes.
Cada nazareno caminó en el tiempo, por entre las nueves y de forma implícita llegó hasta la Plaza de El Salvador, también a la antigua iglesia de San Andrés, y al Oratorio de san Felipe Neri, para acompañar a San Juan Bautista, Santa María Magdalena, María Santísima De La Esperanza y a Jesús Nazareno De Medinaceli, en su desfilar por las calles de Cuenca.
Igualmente llegaron nazarenos de blanco a la iglesia de San Pedro para acompañar a Jesús en su bautizo de la mano de Juan El Bautista. Una vez en la Plaza Mayor reunidas todas las Hermandades iniciaron el descenso hacia la parte nueva de la ciudad.
En la procesión del “Perdón” participaron miles de penitentes ensueño detrás del Cautivo Señor de Medinaceli. Todos tienen una historia y una deuda contraída con el Señor del Martes Santo que hay que sufragar en señal de penitencia.
Detrás de la imagen no hay palabras, sólo sollozos y lágrimas que se encargan de articular las emociones, como testigo el humo de las velas que portan los penitentes junto a sus pies desnudos. Mies de almas van tras de él con infinitas promesas. Pero ese año hay que pedirle al Señor de Medinaceli, que acabe ya con la tragedia mundial de la pandemia del Coronavirus.
Finalizó un Martes Santo de procesión del Perdón, completamente distinta a todas las que habían vivido los nazarenos en tiempo y que se recordará, ya lo creo, como el Martes Santo que desfilamos desde nuestra imaginación.
Eso sí, con la esperanza puesta en María Santísima de volver a vivir un Martes Santo colmado de emociones por las calles de Cuenca en el año 2021.
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