Cuenca
Domingo de Resurrección: “Homenaje a las víctimas del coronavirus”
Domingo, 12 de Abril de 2020. Cuenca | Rafael Torres/ El Día digital.es
Nada me gustaría más que escribir que la ciudad de Cuenca vive un brillante y resplandeciente Domingo de Resurrección, pero no sería la realidad. No tañen las campanas de todas las iglesias de la ciudad colgada y la alegría del Domingo de Pascua no es completa.
Lloran las calles de San Juan, Palafox, Puente de la Trinidad y Calderón de la Barca ante la ausencia del Señor Resucitado. Mutismo y sigilo, también en las calles de Solera, San Vicente, Los Tintes y calle del Agua, que no advierten la estampa enlutada de la Virgen del Amparo. Las aguas de los ríos Júcar y Húecar no cantan el aleluya de la Resurrección.
Sin el “Encuentro” feliz se ha quedado la Plaza de la Constitución. No vuelan las palomas señalando el camino único y verdadero. Las miles de manos de todos los nazarenos y conquenses no entonan un aplauso profuso. La Música de gloria que anuncia la buena nueva no repiquetea en la calle de Carretería porque el mundo entero está de luto.
Este año la Virgen del Amparo no cambiará su manto negro por el verde en señal de luto por todas las víctimas de la pandemia del coronavirus. Nunca un Domingo de Resurrección tuvo tanto significado para la humanidad ante las miles de muertes que se están produciendo en nuestra ciudad y en el mundo. Y la inhumana forma de despedir a nuestros fallecidos, lejos de las familias y de los seres queridos. En la más absoluta soledad.
Domingo de Resurrección lleno de esperanza para que las personas puedan vencer todas las vicisitudes malas que están atravesando. Eternamente hay un tercer día, Jesús Muerto y Resucitado.
Es un esperanza cierta para vencer la muerte y aparecer glorioso junto a él. Entonces el día se llenará de una luz fuerte y celeste, la música de alegría sonará eternamente porque en la Resurrección, Dios ha vuelto sobre el Hombre y en él permanecerá por los siglos de los siglos.
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