Semana Santa
Cuenca despide su Semana Santa más virtual de su historia
Cuenca | Rafael Torres/El Día digital.es Lunes, 13 de Abril de 2020
Semana Santa Cuenca despide su Semana Santa más virtual de su historia
Finalizó la Semana Santa de Cuenca más en blanco de su historia. Pero llena de contenido y de ímpetu creativo en el firmamento virtual, lugar que ha ajustado y ha tolerado la Semana Santa del 2020. Miles de vídeos, fotos, mensajes, música procesional, e incluso elocuencias de los párrocos de las iglesias más nazarenas de la ciudad han circulado por la red a una velocidad de vértigo.
No habrá baúl de maravillosos recuerdos nazarenos a los que poderse agarra para volver a recordar los instantes nazarenos porque fue una Semana Santa sin desfiles procesionales. Huérfana de agitaciones del corazón y de alegría, por el reencuentro con el hermano y compañero de banzo que de año en año, y siempre en época de Semana Santa hace posible el encontrase de nuevo.
No hubo el abrazo apretado y sentido entre los hermanos al terminar la procesión en la iglesia como recompensa al desfile bien realizado. Ni la despedida con los ojos llorosos mirando a la cara a la imagen de tu devoción con la frase de:”’ ¡Hasta el año que viene, si tú quieres!”.
Este año los banceros no han tocado palo. Las tulipas no tienen cera fundida. El bajo de las túnicas no está descosido. A causa de la pandemia del coronavirus que se saltó los desfiles procesionales y ha dejado un grandioso hueco en la vida de los nazarenos.
Pido disculpas a los graduados de la iglesia por pensar que para mí la Semana Santa no ha existido entre otras cosas porque me ha faltado el revolotear de las mariposas en el estómago. La sensación de escalofríos en la piel. Los ojos húmedos y la garganta seca.
Tuvimos un amago de emoción bastante fuerte el Viernes Santo a las 12:00 horas, con el Miserere de la Torre de Mangana, roto por el toque del tambor destemplado y el chillido estridente del clarín. Minúsculo sustento para el alma del turbo y del nazareno de la madrugada que ya soporta tres años consecutivos sin escuchar el Miserere de la procesión “Camino del Calvario” que cimbrea y estremece los pilares de la tierra conquense.
No hubo revuelo de túnicas ni capuces de todos los colores en la patrimonial ciudad de Cuenca. Comienza la cuenta atrás para una nueva Semana Santa, porque volverá otra nueva, con más fuerza e ilusión. Quedan 365 días y los nazarenos conquenses ya echan de menos a sus Cristos y Vírgenes por las calles de la ciudad.
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