Jueves Lardero, pan, chorizo y huevo sin restricciones
Por fin es Jueves Lardero. Uno de los cuatro jueves que más relucen con el sol: Jueves Santo, Corpus Christi, el día de la Ascensión y Jueves Lardero dado su carácter populista y tradicional que mantiene esta festividad tan enraizada en Cuenca y provincia.
Este año, si cabe, con más ganas de celebrarlo que nunca. Tras un año sin celebración por la pandemia del coronavirus, vuelve una de las citas más seguidas por toda la población previa al domingo de carnaval. Hoy en la mayoría de los hogares conquenses se degustará el típico menú de jueves lardero: tortilla de patatas, chorizo y lomo de orza.
Muchos serán los que aprovechando la cálida temperatura que ofrece el tiempo en la ciudad, saldrán por las carreteras, caminos y veredas que llegan y salen de la ciudad para disfrutar de este día.
Llenando de mocedad y juventud los parajes de la ermita de San Isidro, las riberas del Júcar, el merendero de San Julián el Tranquilo, el Chantre, las llanuras del pinar de Jábaga, los aledaños de Palomera, la dehesa de Santiago, los hocinos, Cueva de la Zarza y laderas del Cerro del Socorro. También tendrán visita de conquenses para comer y pasar el día en el campo, las fuentes que rodean los alrededores de la ciudad como la fuentes del Caño, Martín Alhaja, Batán, Abanico y la de la Teja.
Incluso familias y vecinos harán uso del parque más cercano al domicilio para “lardear” y cumplir con la tradición del Jueves Lardero, compartiendo la tortilla y el chorizo en confraternidad. Es un día de celebración para todos que se recuerda con mucho cariño en los mayores.
El verbo “lardear” significa “untar en grasa la comida que se va asar”, lo que hace referencia a la cantidad de grasa que contienen alimentos que se consumen durante esa festividad.
En definitiva, el jueves de hoy no es un jueves normal de cualquier semana. Es una fiesta gastronómica por todo lo alto que celebramos en Cuenca y provincia y que para muchos se recuerda como un día muy divertido que deja huella en la feliz memoria, y que obliga a decir: “Aquellos maravillosos Jueves Lardero de nuestra juventud que quedaron para siempre en nosotros”.
Comentarios
Publicar un comentario