Semana Santa Cuenca. Vuelven a llegar las citaciones a Junta General a los domicilios de los nazarenos
Vuelven a llegar las citaciones a Junta General a los domicilios de los nazarenos
Una buena noticia
Una de las cosas que más alegría da a un nazareno es la llegada al buzón del domicilio de la citación de la Hermandad o Hermandades a las que pertenecen para asistir a las Juntas General Ordinarias, que son el preámbulo para el inminente desfile procesional.
Después de dos años de ausencia en el buzón de los nazarenos, regresan en forma de esperanza y trasladando una “muy buena noticia”. Son portadoras en su mensaje del regreso de las procesiones a las calles de Cuenca, después de dos años de ausencia por el coronavirus.
En esas citaciones va incluido el orden del día a desarrollar en esa asamblea nazarena, que dirige por riguroso orden de antigüedad el Hermano Mayor. Hermano curtido en cientos de historietas y leyendas de la Hermandad. La sala está a rebosar, nadie quiere faltar a la cita anual. Se dará lectura al acta de la sesión anterior que pasará a formar parte de la historia de la Hermandad para las generaciones venideras.
Se hará lectura en detalle de los gastos e ingresos que ha tenido la Hermandad por parte del tesorero. Y se informará de los cultos religiosos y actos culturales previstos para el tiempo de cuaresma.
Pero todos esperan con deseo el punto del orden del día, que indica la subasta de banzos y enseres que marcará ahogos y copiosas agitaciones del corazón. Comienza el vértigo del bancero por saber si tendrá opción para adjudicarse un banzo que le permita estar debajo del paso y poder portar la imagen de su devoción. Se hace eterno escuchar tras un instante interminable la voz definitiva del subastador: “¡A las tres!”
Seguidamente se hacen las preces de rigor por los hermanos difuntos de la Hermandad, siempre en el recuerdo, de todos los hermanos. Y pasó al ágape, momento de fraternidad y cordialidad entre todos los asistentes a la Junta General que sirve como primer contacto entre hermanos algunos venidos de fuera de la ciudad que vuelven por Semana Santa a su ciudad natal.
Este año, si Él quiere, se volverá a abrir el cerrojo de la antigua iglesia de San Andrés que cerró la Semana Santa del 2019, para dar paso a una amalgama de sensaciones donde se entremezclan: Sentimiento, fe, tradición, cultura y sobre todo pasión, mucha pasión.
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