ARTÍCULO DE OPINIÓN DE RAFAEL TORRES LAS FIESTAS DE SAN JULIÁN FINALIZARON SIN FUEGOS DE ARTIFICIO NI REFERENCIAS AL PATRÓN.
OPINIÓN | Rafael Torres/EL DIA digital.es Comentario
Tras más de una semana desde que terminara la Feria y Fiestas de San Julián 2018 es posible realizar un balance meditado de los puntos fuertes de las pasadas celebraciones y, sobre todo, mirar los fallos cometidos. Pero no llevados por el ánimo de crítica sino para contribuir a mejorarlas para el año que viene
El pasado día 26 de agosto finalizaron las fiestas de San Julián, patrón y segundo obispo de la ciudad de Cuenca, sin llegar a oídos, porque la exhibición de Fuegos Artificiales y Traca final de fiestas que ponían el broche final a las mismas ha dejado de formar parte de la programación de los festejos.
Qué lástima que se haya perdido ese final de fiestas tan genuino y particular que servía para mirar al cielo y aprovechando los efectos visuales de los dispositivos pirotécnicos soltar alguna lágrima por el final de las fiestas y prácticamente del verano. En particular para los hijos de Cuenca que por situaciones en su mayoría laborales han tenido que buscar un futuro en otras tierras y han aprovechado estos días de conmemoración para volver a la tierra que les vio nacer para disfrutar de las fiestas sanjulianeras.
Aún resuenan en mi tímpano el estruendo final del último petardo de la traca, cuando se hacía, seguido del grito unánime en forma de exclamación de los jóvenes y no tan lozanos al finalizar la misma. ¡¡¡SAN MATEO, OE, OE, OE!!! Indicación de qué la vaquilla estaba próxima.
Ojalá que vuelva. Y si puede ser para las próxima fiestas del 2019. Que el edil responsable de festejos con el visto bueno del alcalde haga que se vuelvan a incluir dentro del programa de fiestas un fin de las mismas con los clásicos castillos que recuerden el adiós a unas fiestas en honor del excelso San Julián.
Cómo siempre, las fiestas de San Julián han sido muy participativas tanto para los más pequeños como para los más mayores. Por cierto, un poco descuadradas y no ajustadas a la realidad, en mi opinión, son las cifras que hizo públicas el ayuntamiento en su balance final de fiestas, en las que sumaba en más de 100.000 personas las que asistieron a las diferentes actividades.
Cosechó el mayor número de espectadores la Feria Taurina con un lleno de no hay billetes el día de la corrida “Monstruo” con un cartel de “envidia” para muchas ferias de relumbrón en España, que a buen seguro, hubiera gustado que se diera en su plaza.
Y el Concurso Hípico celebrado en el Recinto Ferial de la Hípica que alcanzó la edición número 63, acogiendo durante los cuatro días finales de la feria a un gran número de personas tanto en horario de mañana como de tarde.
“Los caballos” siguen teniendo en Cuenca un gran empujón a pesar de haber bajado la calidad deportiva, pues la prueba ha visto reducida a dos su número de estrellas, una menos que el pasado año, lo que motivó la ausencia de jinetes y amazonas de postín como es el caso de Laura Roquet, entre otros.
Por el Recinto de Conciertos “Serranía” pasaron los Mojinos Escozíos con sus canciones insolentes, sarcásticas y excrementosas, Loquillo sin los Trogloditas y con menos tupe y el directo de “Morat” además de “Novéntame Otra Vez” que amenizaron la noche festiva cada uno en su estilo. Algunos con más pena que gloria.
Los espectáculos celebrados en el parque de San Julián contaron todas las noches de sesión con más o menos público dependiendo de la calidad artística y de la variedad de la función.
El llamado Recinto Ferial sin serlo por su precariedad en los servicios mínimos que se requieren para hacerse con esa referencia, lo salvo la gran noria de 50 metros que se instaló en él. Digo lo salvo, porque sin esa atracción de altura que ocupaba mucho espacio y que se divisaba desde toda la ciudad, causando sensación al llegar la noche por su iluminación, el perímetro ferial estaba escaso de puestos de venta y de atracciones para la diversión de grandes y pequeños. Muy flojo y dando a entender que “cerraban”. A modo de no resultar nada atrayente ni atractiva para los feriantes por sus incomodidades.
La ciudad de Cuenca es única y genuina no sólo en su belleza sino también en otras muchas cosas que la hacen diferente con el resto de ciudades. Sirva esta apostilla como ejemplo, ya que a visitantes y foráneos les llama mucho la atención, incluyendo también a los propios habitantes celebrar la semana de fiestas en honor del patrón durante el mes de agosto y, además, sin incluir en la programación un día dedicado a la celebración del patrón. “Fiesta local”
La festividad de San Julián es el 5 de septiembre que para muchos conquenses pasa inadvertida dicha fecha. Celebrando la fiesta local el 28 de enero fecha de su fallecimiento en el año 1208. Difícil de entender que unas fiestas dedicadas a un patrón de la ciudad no tenga dentro de los días festivos, un día dedicado a honrar y recordar la figura del bienaventurado.
Habrá que esperar hasta el domingo 28 de enero para celebrar a San Julián.
Martes, 4 septiembre 2018.
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