Tres ilustres conquenses se 'disputan' el nombre del Instituto número 7
Tres peticiones que han partido de movimientos ciudadanos para dar nombre al Instituto número 7, que durante el período que han durado la reforma del Instituto Alfonso VIII ha sido el centro de estudios del mismo.
Terminadas las obras del Instituto Alfonso VIII y con los alumnos ya de regresó a su centro educativo original es el momento de renombrar el edificio de Educación Secundaria que actualmente está sin nombre.
Según fuentes consultadas por eldiadigital.es, existen tres movimientos ciudadanos que ofrecen tres nombres posibles. Por un lado está la petición del grupo de seguidores de Facebook del escultor Luis Marco Pérez que piden que lleve su nombre por la vinculación directa de Marco Pérez con la docencia.
Profesor de dibujo y escultura de la Escuelas de Artes y Oficios de Cuenca, Valladolid y Madrid. Catedrático numerario de talla escultórica de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, entre otras muchas más distinciones.
Por otra parte, la Plataforma en defensa del patrimonio de Cuenca, propone el nombre del teólogo, filósofo y jurista conquense Luis de Molina. Nacido en Cuenca en 1535 y muerto en Madrid en el año 1600.
Figura clave de la filosofía en español y un gigante del pensamiento occidental.
Según afirma la plataforma en su página de Facebook se le mantiene olvidado en Cuenca a esta figura clave de la filosofía en Español.
También indican desde la plataforma en defensa del patrimonio de Cuenca, que no quieren menospreciar la figura de Luis Marco Pérez, pero entienden que son sobrados los reconocimientos que ya tiene en la ciudad.
La tercera petición para poner nombre al Instituto número 7, parte de un grupo de ciudadanos que propone al periodista, escritor y profesor conquense Juan Giménez de Aguilar y Cano.
Catedrático de Ciencias Naturales en el Instituto de Cuenca, está considerado como uno de los primeros divulgadores de la Ciudad Encantada , en la que hizo de anfitrión y guía para visitantes pioneros como los escritores: Pío Baroja, Federico García Lorca, o pintores como Joaquín Sorolla, científicos como Ramón y Cajal, o filósofos como José Ortega y Gasset.
La mejor manera de ayudar a designar el nombre del Instituto número 7 de la ciudad de Cuenca, sería que los ciudadanos votasen por los nombres propuestos, abriendo el abanico de posibilidades para su designación.
A tenor de los méritos adquiridos por los tres candidatos propuestos. Estos ilustres conquenses son perfectamente válidos para dar nombre al instituto número 7.
El Ayuntamiento podría encargar una encuesta previa para designar el nombre del Instituto número 7, con estos candidatos citados, o incluir a otros posibles nombres para dar título al Instituto número 7 de la capital conquense.
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