Crónica virtual del primer día de fiestas de San Mateo. Cuenca tendrá que esperar 365 días para que la vida sean cuatro días: 18,19,20,21 de septiembre
Crónica virtual del primer día de fiestas de San Mateo
Cuenca tendrá que esperar 365 días para que la vida sean cuatro días: 18,19,20,21 de septiembre
Hoy, día 18 de septiembre, tenían que empezar las ansiadas fiestas de San Mateo del 2021, que por segundo año consecutivo han sido suspendidas como medida de prevención para evitar riesgos para la salud pública como consecuencia de la pandemia generada por el coronavirus.
Si el contexto de las fiestas Mateas estuviera envuelto en la absoluta normalidad esta semana de vísperas hubiese sido-aunque mentalmente lo es - un estado de nerviosismo e inquietud alarmante por la que se avecinaba, durante cinco días en el casco antiguo de la ciudad de Cuenca.
Amanece este 18 de septiembre, muy temprano. Hay una cita especial. Primer día de la festividad de San Mateo, para conmemorar la Reconquista de Cuenca por el buen Rey Alfonso VIII, al poder sarraceno en 1177. “Añeja historia de la ciudad de Cuenca y origen de la misma.
Las vacas esperan en la plaza de toros para ser subidas en el camión de Flores, al improvisado coso de la Plaza Mayor. Las ejemplares vacas del ganadero Benito Mora, ya se encuentran en los corrales para ser recorridas por las calles del casco antiguo. El día D ha llegado.
Primer viaje-suben seis- “¡Gritan los chavales”! en el callejón de la Calle del Clavel. Primera maroma de San Mateo que sale de las cuadras para recibir a la primera vaca.
“¡Todo preparado!” Grita “Patas Aparicio”. Óscar Contreras coge la maroma y da la orden para abrir el camión: Ya está la primera vaca en el callejón, se observa en el estrecho callejón la sombra de la figura de Fernando Ruiz “Meamostos”, organizado el desembarque de las vacas.
Son las 9:00 horas de la mañana y la plaza Mayor, presenta una gran entrada para ver la llegada de las protagonistas de las fiestas mateas, las primeras vacas. Espectadores de lujo, los funcionarios del Ayuntamiento que desde los balcones que dan a las cuadras, lo observan todo desde las alturas.
Desde la calle Colmillo, llega el olor del guiso de Paco “Jorguines” preparando una asadura de cordero con ajos y vinagre, “Chuletas de pobre” con huevos fritos, para que almuercen los mandileros de la Peña “El Mandil” y los que quieran.
Termina el desencajonamiento y es hora de almorzar para comentar el trapío de las reses bravas. “¡Pueden dar juego!”, dicen los expertos en cuernos. En la Plaza Mayor se encuentra Arturin Barambio, preparando los altavoces para el pregón de este año que será echado por algún vocero por el balcón de la Casa Consistorial, a los vecinos de Cuenca y a las peñas mateas.
Aparece. O quiero imaginar en la venta del Manga la figura del añorado Lucas Aledón, con sus chascarrillos de aquella “particular vaca, suya”. Los estoy viendo a Pedagogo y a Lucas “Chuspallas” colgando en las paredes del bar Mangana, la sarcástica y punzante “Gaceta Vaticana”.
Entre rondas de botellines con banderillas picantes y chascarrillos se va pasando la mañana Matea. Es la hora de la comida de la Peña “El Mandil” que hará entrega de sus distinciones a las personas e instituciones que han trabajo o trabajan por conseguir mantener íntegras y puras las fiestas de San Mateo.
Suben mentalmente por mi memoria las peñas mateas en busca de su lugar en el casco antiguo en el que permanecerán los cuatros días de fiestas. Llenan de ruido y colorido toda la plaza Mayor, expectantes esperando escuchar el pregón de este año.
Suenan acordes musicales debajo de los Arcos del Ayuntamiento, a cargo de la Banda de Música de Cuenca, bajo la batuta del maestro Aguilar. Desde la barandilla del cielo se asoman: Dorito y El Curí que emocionados escuchan sus pasodobles. Julio Perdido tira el cohete y se producen las primeras carreras y empujes. Rompen a correr las piernas. La marea de mozos llega a la Plaza Mayor y se oye la palabra soñada: “¡La Vaca, La Vaca!”.
Una tras otra, irán saliendo de las cuadras atadas por Julián Rodríguez “Sorianito” y “El Chavo”, que ya descansan en la vida eterna junto al apóstol San Mateo. Se acaba la suelta de vaquillas y sale el torillo de fuego para satisfacción y alegría de la chiquillería.
Tiempo para cenar y reponer fuerzas ya que el camión de la verbena ya asoma por Alfonso VIII y enseguida comienza la música. Es el primer día de fiestas “virtuales “y se coge con muchas ganas. Suena el teléfono de un joven a mi lado. Es su madre que le dice chillando:” ¡Fernando!”, bájate para casa que cuando vengas te corto los ones, que mañana hay Instituto .
Aquí finaliza mi primer día de Vaquilla virtual. Mañana día 19 de septiembre segunda de abono en el acreditado coso de la Plaza Mayor, antes de Pío XII y anteriormente del Rollo Macabeo.
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