CARTA A LOS REYES MAGOS (Por Rafael Torres)
"Majestades os pido que por favor, podamos recuperar nuestra vida, la vida usual y frecuente, vamos la vida de antes de la pandemia. Al igual que yo me imagino que la mayoría de las cartas que os han enviado hacen referencia al mismo y gran regalo”.
Hace ya muchos años que no me sentaba a escribiros esta carta. Ahora han tomado el relevo mis pequeños, mi gloria bendita, y son los encargados cada año de plasmar en un papel con su recién experimentada escritura sus mayores deseos.
Pero este año me he sumado yo también a pediros varios deseos, grandes esperanzas. Reconozco que no es para mí solo, es para todo el mundo porque a todos en global nos afecta y de qué forma. Solo vosotros, majestades de Oriente sois los únicos que por medio de vuestra magia podéis hacer posible este deseo.
Este año amargo que acabamos de dejar ha sido muy duro para todos los habitantes del planeta. Nadie ha salido ileso de esta guerra vírica. Por una causa u otra, todos los habitantes del mundo hemos resultado afectados por el nuevo virus del coronavirus, hasta el punto, que desde marzo ha marcado y pilotado nuestras vidas. Nos ha enclaustrado en nuestras casas, y se ha llevado a familiares y amigos, dejándonos el alma en luto por su cruel pérdida.
Sé por vuestro colega y amigo Santa Claus, que vuestra magia ya se ha hecho notar con él envío del regalo más grande que se ha hecho a la sociedad en las últimas décadas: la vacuna contra el coronavirus. Es la única forma de ganar la batalla a esta enfermedad que cada día contagia a más gente hasta conseguir matarla.
En mi carta os pido varias peticiones, aunque me imagino que son las mismas que ya habéis leído en otras misivas. Deseo que sus majestades nos regalen lo antes posible una vuelta real a la normalidad en nuestro día a día. Necesitamos saber y verificar que hemos ganado esta guerra vírica para iniciar con la ayuda de todos juntos la reconstrucción de nuestra sociedad, proporcionando la atención debida a las personas mayores que la han sufrido de forma devastadora y en mayor proporción.
Os pido de vuestra magia y por eso, les solicito insistentemente para mi ciudad de Cuenca y provincia, que nos dejen en forma de regalo una gran recuperación económica para todos los sectores y comercios que han sufrido el efecto colateral de la pandemia. Para ello, se necesitan inversiones que revitalizan la economía local y creen puestos de trabajo, tan necesarios como ya saben, sus majestades. Para ello, es fundamental que obren su magia y nos dejen ese regalo.
Apreciados Melchor, Gaspar y Baltasar, os pido una petición más. Traigan, por favor, a las personas una alegría a sus vidas que les ayude a explotar de felicidad que aunque no borrará los dramas vividos los últimos diez meses, si permitirá detenerlos por unas horas.
Esta tarde iré a verlos como cada año en su mágica llegada a Cuenca, porque ustedes son una historia de solidaridad y esperanza. Volveré a creer en su magia que surge del corazón.
Comentarios
Publicar un comentario