Nacimiento del río Cuervo: Palacio de hielo en la Serranía de Cuenca
El nacimiento del río Cuervo es uno de los rincones más visitados durante todo el año pero en invierno llama más la atención por la belleza y espectacularidad de sus cascadas heladas generando una visión del entorno extraña por estos lugares.
Las glaciales temperaturas de estos días pasados han dejado imágenes inéditas en el corazón de la Serranía de Cuenca. Llamando vigorosamente la atención a decenas de personas que se han acercado a ver el paisaje de hielo que conformaba el monumento natural del nacimiento del río Cuervo, junto a la Vega del Codorno.
Todo un palacio de hielo con varios palmos de nieve tras el paso de la borrasca Filomena que engalanaba las piedras del Monumento Natural desde 1999. Un invierno más los bellísimos saltos de agua que provienen de las formaciones de este manantial travertínico activo se han congelado, formando una hermosa estampa, que no deja a nadie indiferente por su gran belleza.
Inmensas cascadas con carámbanos de más de seis metros de altura y frondosos bosques cubiertos de nieve configuraban una espectacular estampa que se mantendrá en ese estado, hasta que suban las temperaturas.
De igual modo, sucede con la Balsa de Valdemoro de la Sierra que se convirtió en un paisaje de hielo, con gigantescos carámbanos que colgaban de la cascada. Todo un placer de singular belleza al contemplar las cascadas, pozas y riachuelos helados.
Las aguas del embalse de la Toba también soportaron el desplome de las temperaturas bajo cero, hallándose una gran parte de su superficie helada, conformando una estampa invernal sumada a la nieve que había traído Filomena.
En definitiva, una magnífica visita a estos parajes naturales de gran relevancia y belleza que mostraban toda su preciosidad ante el objetivo de la cámara de fotos de Ricardo Ruiz, autor de las fotografías.
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