AGRADECIMIENTO. Gracias a todos por las bonitas palabras de consuelo que han dedicado a mi padre Domingo Torres Silvestre
Gracias a todos por las bonitas palabras de consuelo que han dedicado a mi padre Domingo Torres Silvestre
El pasado jueves, 14 de julio, falleció mi padre en su placentero, lugar del “Paso de Piedra” en Jábaga. La providencia quiso que su estrella dejará de iluminar en su idílico lugar del “Huerto” bañándose en la piscina que él mismo había construido. Este pedazo de tierra y pinos han sido para él su existencia en la vida terrena, su paraíso de felicidad, y ahora lo será para la vida eterna.
Constantemente tuvo una sonrisa de felicidad para los demás, hasta las últimas horas porque murió con una sonrisa en su boca. Disfrutó de la vida y nosotros su familia y los muchos que lo conocieron de él.
Nos cuesta mucho a toda la familia despedirnos de ti físicamente. Al escribir estas líneas me enfrento a uno de los momentos más dolorosos que una persona pueda vivir. Situación que todos pasaremos en la vida o deberíamos de pasar. La ley de la naturaleza indica que los hijos deben enterrar a sus padres.
Todo lo que soy en la vida te lo debo a ti Padre. Tú me diste lo mejor de ella, que fue vivir a tu lado. Con tu esfuerzo y sacrificio nunca me faltó nada en la casa. Me enseñaste a ir en la vida con respeto hacia las personas y honradez y a dignificar el trabajo como algo sagrado. Trabajar para ganarse el pan y hacer que se sientan orgullosos de ti. Desde pequeño nos enseñaste en el hogar el verdadero significado del amor.
Fuiste mi mejor amigo, mi confidente, mi consejero y sobre todo mi maestro. La familia que formábamos contigo no sabemos aún cómo haremos para vivir sin tu alegría, sin tu optimismo, sin tu fuerza, y sobre todo tu gran amor.
Ya echamos en falta tus palabras de aliento hacia todos nosotros, de confianza y de orgullo de padre. Gracias por enseñarnos a amar la vida con sus "cosas", sin límites ni reparos, a dar sin esperar nada a cambio y a perseguir sueños a base de esfuerzo y tenacidad. Nunca tirar la toalla sin intentarlo.
Te extraño tanto. Al igual que todos los que te conocieron que solo nos queda el alivio y desahogo de recordarte cada día, porque marcaste nuestras vidas. Tus huellas que dejas en nuestros corazones no se borraran nunca y nos servirán de guía tuya hasta que volvamos a reencontrarnos contigo en el “Paso de Piedra” celestial.
Siempre estarás presente en mi vida. Seguirás siendo esa roca en la que nos apoyamos, incluso en tu partida nos infundiste el valor necesario para soportar tu partida. Hasta que vuelva a verte Padre mío, siempre te amaré. Siempre serás mi ejemplo.
Gracias a todas las personas que se han dirigido a mí y a la familia para mostrar sus condolencias por la muerte de mi padre Domingo. En esas palabras hemos sentido mucha sinceridad, compasión y humanidad, y lo agradecemos de forma infinita.
En estas punzantes y penetrantes circunstancias que rompen el alma en mil pedazos convirtiéndola en un puzle sin sentido donde uno se siente solo y abatido. Ver aparecer a cientos de personas que se acercaron a consolarnos y a expresar su pena, uno se da cuenta que nunca estará solo porque aún quedan personas especiales y amigos que te dan su apoyo incondicional.
Eternas y generosas gracias a todos los que nos consolaron.
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