RECONOCIMIENTOS. La Hermandad de San Juan Evangelista celebró Función Religiosa en honor a San Juan Ante Portam Latinam
La Hermandad de San Juan Evangelista celebró Función Religiosa en honor a San Juan Ante Portam Latinam
La Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos de San Juna Evangelista celebró solemne Función Religiosa en honor a su titular “Ante Portam Latinam”, el domingo, día 1 de mayo, en la parroquia de El Salvador de la capital.
La eucaristía fue presidida por el párroco y consiliario de la Hermandad, don Gonzalo Marín López, actuando en la parte musical el grupo de música Ihemara, compuesto por Maider, Iratxe, y Ainara.
Seguidamente la Hermandad reconoció por medio de la Junta Directiva a los hermanos que llevan más de 55 años de vida en la misma, tanto en vida como a título póstumo. Recibiendo un diploma por parte del Hermano Mayor de Turno, Aurelio Martínez Pérez. También se reconoció a David Saiz, ganador del concurso anunciador del concurso de carteles.
Los Hermanos reconocidos fueron: Pedro Evangelio Montero que fue recogido por su hijo, J. Antonio Palenciano Ballesteros, J. Antonio Lara Gallego, Jesús San José Montoya, Pedro Amigo Garrido, José Luis Soria Cañas, Juan Carlos Lucas Martínez, Fernando Osma Moya, Julián Saiz López y Pilar Sanz García Bravo.
Finaliza el reconocimiento a los hermanos más antiguos, los Hermanos Mayores del año en curso: Aurelio Martínez Pérez, Rodrigo Gómez Carrasco, y Sergio Mateo Salmerón reconocieron la labor de la Junta Directiva entregándoles una serigrafía que recoge la imagen de San Juan.
En la Función Religiosa de San Juan ante Portam Latina se conmemora y recuerda cómo por orden de Domiciano San Juan fue llevado prisionero de Éfeso a Roma. Siendo condenado por el senado a morir en un caldero de aceite hirviente, frente a dicha puerta; pero el santo salió de la prueba más joven que antes.
Tanto Alban Butler, que sigue en esto a los críticos de su tiempo, así como Tillemont, no discuten la historicidad del hecho y considera a San Juan como mártir según recoge el primer párrafo del Martirologio Romano.
Durante el gobierno de Nerva, San Juan “el apóstol amado”, vivió en el exilio en la isla de Patmos, donde escribió el libro de las Revelaciones, más conocido como el Apocalipsis. Regresó a Éfeso donde pasó los últimos años de su vida.
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