SE CUMPLEN 90 AÑOS DEL VOTO FEMENINO EN ESPAÑA (Por Rafael Torres)
El pasado 1 de octubre se cumplieron 90 años desde la histórica votación en las Cortes Constituyentes de la II República que originó la forma legal al derecho del voto femenino. Todo fue debido a la gallardía y tenacidad de la abogada, escritora y política femenina Clara Campoamor. Todo un referente en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, además de promover y defender el derecho de voto de las mujeres.
Tras proclamarse la Segunda República, Clara Campoamor fue elegida diputada por el Partido Radical, por la circunscripción de Madrid en las elecciones de 1931 (cuando las mujeres podían ser elegidas, pero no podían votar). Durante el periodo de las Cortes Constituyentes de 1931 formó parte del equipo que elaboró el proyecto de la Constitución de la nueva República formada por veintiún diputados.
Fue en ese organismo donde entablo una feroz lucha por establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el derecho del voto femenino que tuvo que defender y debatir en las Cortes de España.
El Diario de Sesiones de la Cámara recoge y da cuenta de lo que ocurrió en el hemiciclo en un agudo y ardiente debate donde la diputada Clara Campoamor, defendió con una enorme dialéctica el “voto femenino” que no apoyaba ni su propio partido.
Se enfrenta, mediante la palabra y el razonamiento, a Victoria Kent, partidaria de aplazar el voto para las mujeres al entender que no estaban preparadas políticamente para ejercer su voto y se verían influidas por la iglesia.
El resultado de la votación del artículo 36 de la Constitución de 1931 sobre el sufragio universal, fue de 161 síes frente a 140 noes. Destacando que dentro de esos noes, estaban compañeros del partido político de Clara Campoamor, pertenecientes al Partido Radical. A la votación trascendental se ausentaron 188 diputados, un número muy indicador que revela a las claras la dificultad a la que se tuvo que enfrentar la diputada madrileña.
El resultado de la votación fue acogido con pitos y aplausos, según recoge el Diario de Sesiones, reconociendo el térmico ambiente que el anfiteatro político vivió aquella jornada inolvidable para las mujeres.
Clara Campoamor defendió con ahínco, tesón e insistencia: Una mujer, un voto. “En vuestras conciencias repercute que es un problema de ética, de pura ética reconocer a la mujer, ser humano en todos sus derechos”.
Sin embargo, su logró fue castigado duramente y en las elecciones de 1933 no obtuvo escaño y al año siguiente dejó el Partido Radical, alejándose y abandonando gradualmente la vida política. Tuvo que exiliarse a raíz de la Guerra Civil, sin poder retornar nunca a España al estar enjuiciada por pertenecer a la masonería. Murió en Suiza en 1972.
Aún resuenan en la Cortes su famosa cita de Alexander von Humboldt: “la única manera de madurar para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos, es caminar dentro de ella”.
Clara Campoamor, fue una figura histórica que forzó y logró dar forma legal al derecho del voto de las mujeres, acción realizada en solitario durante el surgimiento de la II República española, enfrentadose hasta con su propio partido. Durante su militancia política fue una gran veladora de la igualdad de derechos de la mujer. Pionera en la militancia feminista.
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