Historia Se cumplen cuarenta años de la colocación de la primera piedra de la iglesia de San Julián.
Se cumplen cuarenta años de la colocación de la primera piedra de la iglesia de San Julián
El pasado domingo, día 26 de septiembre del 2021, festividad de los santos San Damián y San Cosme se cumplieron 40 años de la colocación de la primera piedra de la parroquia de San Julián en el barrio de Fuente del Oro. Aquella cooperativa de viviendas bajo el nombre del patrón de la ciudad “San Julián” que dio origen a uno de los barrios con más personalidad de la ciudad.
Fue un 26 de septiembre de 1981, un día que recuerda perfectamente en su memoria, Perpetuo Jiménez primer párroco de la iglesia, cargo que desempeñó durante 17 años. “Recuerdo como se fuera hoy, comenta para eldiadigital.es, que salía el sol y llovía cuando monseñor Guerra Campos, obispo de Cuenca, por aquel entonces bendijo la primera piedra, acompañaban en el acto: Andrés Moya, como alcalde de la ciudad, Cesar Ferrand, como Gobernador Civil, Feliciano Torremocha, como Secretario Canciller, Amadeo Martínez, como párroco de la iglesia de la Virgen de la Luz, y el sacerdote Manuel Martínez, se consagró como parroquia, subraya Perpetuo el día 28 de enero de 1987”.
En un principio, se quería poner el nombre a la parroquia de San Cosme y San Damián, por coincidir ese día de la festividad de esos santos con la colocación y bendición de la primera piedra, pero la Cooperativa de San Julián que cedió el terreno para la construcción de la iglesia se opuso totalmente. Siendo su “Conditio sine qua non” que la iglesia llevará el nombre del patrón de Cuenca para la cesión de los terrenos de forma obligatoria. Hasta esa fecha no existía en la ciudad ninguna iglesia con el nombre del segundo obispo y patrón de la ciudad.
La construcción de la iglesia contó con la ayuda de otras parroquias de la ciudad, la de San Esteban costeó la estructura de la misma, que alcanzó un precio de 18 millones de pesetas. Las vidrieras que adornan la iglesia fueron pagadas por la parroquia de la Virgen de la Luz. Los arquitectos que realizaron el proyecto fueron Juan Álvaro del Sur y Salvador Vila Frida.
La imagen de la Virgen Milagrosa que se encuentra expuesta en la parroquia de San Julián, fue donada por la religiosa María Caballero de la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl. La primera imagen que tuvo la parroquia de San Julián fue cedida por la parroquia de San Esteban, presidiendo las primeras fiestas del barrio de Fuente del Oro, en el año 1983.
La imagen de San Julián que preside el altar de la parroquia fue donada por una señora de apellido Olivares. Perpetuo Jiménez recuerda cómo sucedió la donación: “Había ingresada una anciana en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en la atalaya de la Fuensanta, junto al complejo universitario, que provenía de un pueblo desconocido y se apellidaba Olivares.
Sus últimas voluntades me fueron confiadas a mí: por una parte, hacer una significativa donación pecuniaria para “jóvenes alcohólicos y drogadictos “(lo que se canalizó a través de Cáritas); por otra, continua Perpetuo, hacer un donativo a la nueva iglesia del barrio de Fuente del Oro. El donativo se puntualizó en el pagó de los bancos de madera para el nuevo templo y en la compra de la imagen de San Julián por el importe de 600. 000 pesetas, recuerda Perpetuo Jiménez”.
Han pasado 40 años desde que aquella primera piedra diera lugar a un enorme esqueleto de hormigón y con el tiempo a una gran parroquia levantada en honor al patrón de Cuenca y segundo obispo de la Diócesis de San Julián. Los vecinos más antiguos recuerdan con cariño la figura del primer párroco Perpetuo Jiménez que se presentaba casa por casa para solicitar ayuda para la construcción de la nueva iglesia del barrio.
La parroquia de San Julián fue construida por todos los vecinos del barrio y de otros de la capital. Cientos de personas colaboraron con esta obra, incluidos los niños. Todos fueron "Pedro y sobre piedra edificaron la iglesia del barrio de Fuente del Oro, y el poder del infierno no la derrotará”.
Hoy en día, esta parroquia de San Julián se ha convertido, en una casa, un hogar unido donde nadie se siente extraño, una comunidad cristiana bajo la dirección de su párroco Jesús Ramón Paje Artolazábal, bajo la protección y modelo a seguir de San Julián.
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