CORONAVIRUS
Un siglo después el mundo revive una pandemia (Por Rafael Torres)
Foto: Gtres
Sábado, 14 de Marzo de 2020. OPINIÓN | Rafael Torres/El Día digital. es
En el año de 1918 el mundo conoció la pandemia conocida con el nombre de la “Gripe Española” que a pesar de su nombre no comenzó en España.
Son muchos los comentarios que se están escuchando desde que se inició el brote de coronavirus en Wuhan, (China) que hacen referencia a que este tipo de pandemia no había pasado nunca en el mundo y como nos señala la historia, el universo ya conoció una pandemia de gripe acaecida entre 1918 y 1920.
Esta enfermedad causó la muerte de más de 40 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1920. Hasta el punto que se desconoce la cifra exacta de la epidemia que es calificada como la más devastadora de la historia de la humanidad. Ha pasado un siglo y expertos virólogos no saben cuál fue el origen de esta “Gripe” que cruzaba fronteras y atacaba a toda la población.
Algunos científicos afirman que el brote se catequizó en Francia en 1916 o en China en 1917, otros estudios estacionan los primeros casos en la base militar de Fort Riley (EE. UU.) el 4 de marzo de 1918. Al producirse los primeros casos de esta gripe en Europa, pronto saltó a España.
España se declaró país neutral en la I Guerra Mundial y divulgó los informes sobre la nueva enfermedad y sus devastadoras consecuencias de mortalidad entre la población, a diferencia de los otros países que se encontraban abstraídos en pleno conflicto bélico. Al ser España el único país que hizo público los datos de la epidemia se le denomino “La Gripe Española” siendo una de las naciones más afectadas con 8 millones de personas infectadas y 300.000 fallecidos.
Cuando se promovió la enfermedad infecciosa no se investigó el foco letal del virus por falta de recursos al encontrarse en plena Guerra Mundial y tampoco interesaba. Pasado los años se sabe que fue causado por un brote de influencia virus A, del subtipo N1N1. Este tipo de ponzoña afecto directamente a jóvenes y adultos saludables con edades entre 20 y 40 años, según los expertos, porque esta franja de edad no estuvo exteriorizada al virus en su infancia y no contaba con inmunidad natural.
Los contagiados sufrían los síntomas propios de esta patología: fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio corporal, diarreas y vómitos. En su mayoría los enfermos fallecían durante la pandemia de neumonía bacteriana secundaria, pues no disponían de anticuerpos para combatir el virus. Cientos de contagiados murieron en menos de cinco días con edemas y hemorragias pulmonares.
Las autopsias se limitaban al árbol
respiratorio en busca de unos causantes patológicos que fuera el culpable de la insuficiencia respiratoria, sin evidenciar la circulación del virus que era verdaderamente el autor de la pandemia mundial.
Al no existir un protocolo sanitario de actuación, (hablamos de 1918-1920) para los enfermos estos se apilaban en lugares reducidos y sin ventilación y los cadáveres en los depósitos de cadáveres y los cementerios. Haciéndose muy popular la “máscara de tela y gasa” con las que la población intentaba no contagiarse de virus y sentirse más protegido, sin embargo fueron del todo inservibles.
En el verano de 1920 el virus despareció tal y como había llegado. En un primer instante los medios españoles intentaron darle un nombre extranjero a la pandemia denominándola como” El Soldado de Nápoles” o “La enfermedad de moda”. El corresponsal del periódico The Times en Madrid, utilizo el término de la “Gripe Española” quedándose con ese nombre por todo el mundo desde el verano de 1918.
Actualmente el “Coronavirus” se muestra como una pandemia que está poniendo al universo en alerta instando a todos los gobiernos de todo el mundo, a tomar medidas de contención del virus para evitar su propagación mundial de esta nueva enfermedad denominado oficialmente SARS-CoV-2, que
ha contagiado a más 145. 000 personas
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