Paco Auñón (Albalate de las Nogueras, Cuenca, 1975), estudió
Psicología en la Universidad Complutense de Madrid, pero aparcó la carrera para
hacerse periodista, su vocación desde la infancia. El Máster en Radio que
realizó en la Escuela de Sonido CES le formó además como locutor. Realizó sus
primeros programas en Madrid y desde 1997 su voz se escucha en las emisoras de
la capital conquense.
Su labor profesional ha discurrido por diversas emisoras,
como son Los 40 Principales, M-80 Radio
y la Cadena SER. En esta última emisora ha sido director y presentador del
programa regional “El Mirador de Castilla-La Mancha” y desde 2002 dirige y
presenta el programa “Hoy por hoy Cuenca”.
Encontramos a Paco Auñón, en la sala de audio, sentado
frente a los micrófonos de la “SER”, después de finalizar la emisión de su
programa.
Pregunta: ¿Qué es la radio, para ti?
Respuesta: Lo primero es mi trabajo algo que en estos
tiempos es como un tesoro. Pero además es un sueño realizado. Desde muy pequeño
escuchaba la radio en casa porque la ponía mi hermano mayor. Estaba siempre ahí
y a mí me gustaban algunos programas y locutores hasta que un día me di cuenta
de que yo quería hacer eso. Contar historias. Trabajar ahora en la radio es una
satisfacción.
“Estaba siempre ahí y a mí me gustaban algunos programas y
locutores hasta que un día me di cuenta de que yo quería hacer eso. Contar
historias.”
P: ¿Desde cuando trabajas en radio?
R: Con 21 empecé en varios programas en emisoras de barrio
en Madrid, donde yo vivía. Me pateé todos los cerros de la comunidad para una
serie de reportajes que hacíamos sobre rutas por la naturaleza en Radio Enlace,
la emisora de Hortaleza. A Cuenca llegué en 1997.
P: ¿Cómo comenzaste a trabajar en Cuenca?
R: A veces la suerte esta de tu lado. En esa época yo quería
dejar Madrid y me viene a Cuenca a principios de verano sin saber qué iba a
hacer. Decidí dejar el currículo en las emisoras de radio de la ciudad y fui en
primer lugar a la Cadena Ser, que no sabía ni dónde estaba. Digo lo de la
suerte porque en la Ser estaban haciendo pruebas a locutores para Los 40
principales. Así que ese día hice la prueba. Era la persona más nerviosa del
mundo. Tuve que presentar un disco de Sergio Dalma y otro de Celine Dion. Aún
me acuerdo. A la semana siguiente me llamaron y comencé a trabajar en Los 40
poniendo discos cuatro horas cada tarde. En la radiofórmula se aprende mucho,
sobre todo a improvisar. Muchos grandes comunicadores empezaron en Los 40 y
todos reconocen esa escuela.
“Aún me acuerdo. A la semana siguiente me llamaron y comencé
a trabajar en Los 40 poniendo discos cuatro horas cada tarde.”
P: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
R: Contar. Contar historias. Y sobre todo acercarme al
micrófono y trasmitir. Llegar al oyente. Ya desde pequeño contaba historias a
mis amigos y muchas veces inventadas. Siempre ha sido imaginativo y la radio me
ha permitido aprovechar todos sus recursos para contar historias.
P: ¿Qué condiciones crees tú que debe tener un buen locutor
de radio?
R: Muchos contestarían a esta pregunta que una buena voz. Yo
antes pensaba eso que una voz profunda o grave era lo ideal para un locutor.
Cuando estudiaba locución los profesores me dijeron por primera vez que mi voz era agradable. Y pensaba ¿es eso lo mejor
para un locutor? No estaba muy conforme con eso de “agradable”. Pero aprendí a
usar esa voz, a explotar esa cualidad. Un buen locutor de radio tiene que trasmitir,
tiene que saber usar su voz, sea como sea, para llegar a la gente. Un ejemplo,
el gran Paco Rabal tenía una voz rota y cascada, sin embargo, a la gente le
encantaba como recitaba poemas o como proclamaba en sus actuaciones.
“Pero aprendí a usar esa voz, a explotar esa cualidad. Un
buen locutor de radio tiene que trasmitir, tiene que saber usar su voz, sea como
sea, para llegar a la gente”.
P: Consideras tu profesión como creativa, ¿Por qué?
R: Si. La radio puede ser muy creativa, tanto como uno
quiera. Aunque esto lo podemos extrapolar a cualquier profesión. En la
radiofórmula, donde yo pasé cuatro años, la creatividad se ceñía a los diez
segundos de la presentación de cada disco. Es un formato muy cerrado. Sin
embargo, la radio convencional te permite usar todas las herramientas del
lenguaje radiofónico.
P: ¿Hay alguien que te haya ganado en una entrevista?
R: La entrevista no es un combate. Quien lo considere así
creo que se equivoca. Ahora hay algunos espacios de entrevistas en los que el
periodista intenta acorralar al entrevistado. Gabriel García Márquez decía que
lo más importante de una entrevista es escuchar al entrevistado. Hay que
dejarle hablar. Con tus preguntas tienes que guiarle hasta que te diga lo que,
de antemano, te has propuesto contar a tus oyentes. Pero la mayoría de las
veces el entrevistado te sorprende y la charla te lleva a terrenos inesperados.
Esas son las mejores entrevistas.
“Con tus preguntas tienes que guiarle hasta que te diga lo
que, antemano, te has propuesto contar a tus oyentes”.
P: ¿Por qué un periodista ofrece una sensación de poder, en
los últimos años?
R: La información es poder. Eso es conocido. También es
verdad que algunos periodistas quieren tener más poder del que su profesión les
otorga. Creo que el periodista no debe perder la referencia de lo que es, es
decir, un mero transmisor de información. Debe buscar las mejores fuentes, los
mejores testimonios, debe trabajar por dar la noticia primero, pero no debe
caer en el error de creerse quien no es.
“También es verdad que algunos periodistas quieren tener mas
poder del que su profesión les otorga”.
P: ¿Cómo preparas una entrevista?
R: Muchas veces con menos tiempo del que desearía. La radio
no permite profundizar en muchos temas, pero la entrevista debe prepararse
investigando, o bien sobre el personaje si la entrevista es psicológica, o bien
sobre el tema a tratar si es una entrevista informativa. A veces hay que
recurrir hasta exnovias para conocer algún momento interesante de un personaje.
P: ¿Podría decirnos los grandes momentos que destacarías en
tu carrera?
R: La verdad es que uno procura que cada día tenga, al
menos, un momento importante para su carrera, pero no es fácil. Destacaría la
jornada que pasé en agosto de 2001 acompañando a más de 400 magrebíes que
venían andando desde Las Pedroñeras a Cuenca para “pedir papeles”. La Cadena Ser
se interesó por la noticia y estuvimos contando cómo discurría la marcha en
todos los boletines y programas nacionales del día.
“Destacaría la jornada que pasé en agosto de 2001
acompañando a más de 400 magrebíes que venían andando desde Las Pedroñeras a
Cuenca para “pedir papeles”.
P: ¿A quién consideras tus maestros en la radio? ¿Admiras a
alguien en particular?
R: Los mejores maestros son mis compañeros con los que
trabajo cada día en SER Cuenca. Con ellos es con los que más aprendo. De
pequeño escuchaba a Javier Sardá y al señor Casamajor en “La Bisagra” de Radio
Nacional, y después en “La Ventana” de la Cadena SER. Alguna vez estuve en el
estudio de Radio Madrid cuando hacían el programa. A Luís del Olmo también iba
a verlo a los estudios de Pintor Rosales de Onda Cero en Madrid, pero nunca le
saludé. Iba como espectador a escuchar “Protagonistas”. Una vez coincidí con él
en el baño. Fue lo más cerca que estuve. En otra ocasión, ya trabajando en la
Ser, volví a Radio Madrid a ver “Hoy por hoy” y saludé a Iñaki Gabilondo. El
hombre se disculpó rápidamente porque tenía que ir al baño. Curioso, ¿verdad?
No quiero dejar de nombrar al locutor que, en gran parte, tiene la culpa de que
me dedique a esto. Es José Luís Muñoz, que desde Radio Nacional en Cuenca hacia
unos reportajes sobre el costumbrismo y las tradiciones de la provincia que me
cautivaban. Su voz y su forma de contar las cosas ha sido siempre un ejemplo
para mí.
“No quiero dejar de nombrar al locutor que, en gran parte,
tiene la culpa de que me dedique a esto. Es José Luís Muñoz, que desde Radio
Nacional en Cuenca hacía unos reportajes sobre el costumbrismo y las
tradiciones de la provincia que me cautivaban”.
P: ¿Alguna vez te ha resultado ridículo estar hablando solo?
R: Puede ser, pero nunca en la radio. Yo he hecho un
informativo un 15 de agosto con la provincia de Cuenca en fiestas y un día de
Navidad. Iñaki Gabilondo ha hecho durante muchos años el programa el día 25 de
diciembre y siempre comenzaba con esta pregunta ¿hay alguien ahí? Y se pasaba
la mañana hablando con los oyentes. Siempre hay alguien. Y hacer el programa
para una sola persona sea algo fantástico.
“Siempre hay alguien. Y hacer el programa para una sola
persona sea algo fantástico”.
P: ¿Si no fueras locutor que serías?
R: No sé. Tengo tierras en Albalate, ¿Quién sabe?
P: ¿Cómo locutor, cuál es tu aporte a la sociedad?
R: A pesar del mucho trabajo que puede llevar la producción
y realización de un programa me conformo con hacer compañía. Es más, ni
siquiera eso. Me conformo con que el soniquete de la radio de fondo forme parte
de la vida diaria de los oyentes.
“Me conformo con que el soniquete de la radio de fondo forme
parte de la vida diaria de los oyentes”.
P: La radio como medio de comunicación, ¿goza de buena
salud? ¿Podemos decir que es un medio creíble?
R: Escuchar la radio sigue siendo gratis y los oyentes de
radio han aumentado en estos años de crisis. El vídeo no pudo con la estrella
de la radio y el medio ha sabido adaptarse. Noventa años después de sus
primeras emisiones en España, la radio goza de buena salud y tiene futuro. Tal
vez en otros formatos, pero una voz cálida que te cuente algo siempre será bien
recibida.
“Noventa años después de sus primeras emisiones en España,
la radio goza de buena salud y tiene futuro”.
P: ¿Un locutor de radio, puede potenciar el cabreo del
oyente?
R: Puede. De hecho hay algunos que lo hacen. No creo que sea
nuestra labor pero, como se dice, hay gente para todo.
P: ¿Quieres apuntar algo más es esta entrevista?
R: Mis oyentes ya lo conocen, siempre me despido diciendo:
“disfruten de la radio”.
Gracias Paco, por esta entrevista-dialogo, que hemos
mantenido para los lectores de cuencanews. Lo que más me ha fascinado ha sido
el grado de sinceridad y las ganas de
conversar con tanto respeto por un medio de comunicación, que amas
profundamente. Y sobre todo por buscar siempre la verdad y la honestidad al
servicio de la responsabilidad profesional.
Rafael Torres
Comentarios
Publicar un comentario