Crisis del coronavirus. La segunda ola amenaza en convertirse en un tsunami para la hostelería conquense
La segunda ola amenaza en convertirse en un tsunami para la hostelería conquense
La hostelería es uno de los sectores clave del tejido económico conquense ya que supone el 18% de las empresas de la provincia, es decir que una de cada cinco empresas se dedica al sector, con lo que ello supone de actividad y generación de empleo tanto directo como indirecto.
Cuenca no se entiende sin sus bares. Todos tenemos vivencias ligadas a ellos que nos han visto crecer y forman parte de nuestra vida. A ello se une que son una parte trascendental del tejido económico de nuestro país: generan empleo, contribuyen de forma notable al PIB… Por eso, es aún más triste observar la situación que atraviesan por la crisis sanitaria y por las y restricciones impuestas consideradas desde el sector como desproporcionadas.
Tenemos que reconocer que somos una nación de “alterne en el bar” y forma parte de nuestra genética hasta ostentar el récord en el número de bares por habitante. Poseemos cuatro bares por cada 1.000 habitantes, con un registro de 259 personas por cada uno. La hostelería sostiene 1,7 millones de empleos con un volumen de ventas de 123. 612 millones de euros y una aportación del 6,2 % al PIB de la economía nacional.
El sector hostelero conquense no es ajeno a la situación por la que pasa el resto del país debido a las limitaciones que está provocando la crisis sanitaria de la pandemia del coronavirus. Primero llegó el confinamiento de la población y el cierre de la hostelería. Y cuando parecía que el sector salía del fondo del fango para coger oxígeno, vuelve de nuevo a estar en el punto de mira de las autoridades sanitarias con nuevas restricciones.
Ya es una realidad el cierre temporal de numerosos establecimientos de prestigio como el restaurante “Trivio”, único con una Estrella Michelin y Sol Repsol de Cuenca. A él, se suman otros establecimientos con tradición en la ciudad, como La Ponderosa, en la emblemática calle San Francisco. Tampoco se ha librado la parte antigua de la ciudad donde ya han cerrado: La Posada San José, Taberna Jovi, El Mangana, La Tabernilla de la Plaza, El Coto de San Juan... Un aluvión de cierres que parece no se va a detener pues esta situación amenaza con echar las persianas de un tercio de nuestros queridos bares y restaurantes.
El presidente de la Agrupación de Hostelería y Turismo quiere llamar la atención en entrevista concedida a Eldiadigital sobre la situación crítica de muchas empresas y autónomos del sector que tienen muy difícil resistir esta segunda ola de la pandemia si no se toman medidas.
¿Qué cálculos tiene la Asociación sobre los posibles cierres en la capital y la provincia?
El cálculo en el total de España es que uno de cada tres empresas no podrán abrir sus puertas si no se toman medidas tras esta segunda ola y en la provincia de Cuenca podría ser incluso peor, ya que estamos hablando de establecimientos en zonas rurales que ahora no pueden servir en el interior y sin visitas en fin de semana se ven relegados al cierre cuanto menos temporal. Luego tenemos muchas empresas que aguantaron la primera embestida, pero sin llegar a recuperarse ahora ven como nuevamente se toman medidas duras y tendrán difícil aguantar, porque la mayoría son pequeñas empresas familiares, sin músculo para resistir más.
¿Cuántos establecimientos hosteleros hay en la actualidad cerrados como consecuencia de la Covid-19?
Ese no es un dato que debamos dar nosotros, le corresponde a Sanidad, de todos modos, podría asegurar que muy pocos porque se están tomando todas las medidas para salvaguardar la salud de los clientes y eso exige también un estricto protocolo de los trabajadores.
¿Es culpable el sector hostelero de transmitir el coronavirus, cómo parecen señalar las autoridades sanitarias con estas medidas?
Que yo sepa ninguna autoridad sanitaria ha señalado al sector hostelero como el culpable, lo que sí están haciendo es tomar medidas en nuestra contra para evitar concentraciones sociales cuando precisamente lo que somos es un aliado que impide que se junten grandes números de personas. El contagio procedente de la hostelería es un 3% del total por lo que queda claro que el sector está haciendo las cosas bien y habría que mirar a otros sitios como las reuniones familiares o de amigos para encontrar contagios.
¿Qué medidas ayudarían a salvar el sector?
Es el momento de establecer ayudas directas, que se nos compense con una aportación económica de las pérdidas que estamos asumiendo con motivo de las restricciones impuestas por las autoridades. Nosotros siempre vamos a estar al lado de las autoridades, pero al mismo tiempo les pedimos que ellos sean solidarios con nosotros cuando somos los mayores sacrificados en este momento.
¿Existe alguna esperanza de salvación?
Lamentablemente a día de hoy muchas empresas lo tendrán imposible, pues han llegado a un punto de no retorno, pero como empresarios nos toca luchar y ser positivos, confiar en nuestra clientela que volverá y será fiel cuando la situación mejore y sobre todo reiteramos que con ayudas económicas y otras medidas como una moratoria automática, con ampliación de los períodos de carencia de la devolución de los principales créditos o la eliminación total o parcial del pago de los alquileres durante los periodos de cierre o estado de alarma se podrá confiar en el futuro.
¿Cuántas personas viven del sector de la hostelería directamente o indirectamente?
En la provincia hay más de dos mil empresas que se dedican al sector de la hostelería, la gran mayoría negocios familiares con pocos empleados, pero estamos hablando de cerca de nueve mil personas que dependen directamente de este sector y que quedarían en el desempleo y algunos incluso en la pobreza si esta dinámica sigue así. Además, a este sector hay que añadir otros que dependen de la hostelería como los distribuidores, alimentación, bebidas, etcétera.
Podría señalar algunos datos sobre el sector, para contextualizar el problema...
La hostelería supone el 18% de las empresas de la provincia de Cuenca, es decir que una de cada cinco empresas se dedica al sector, pero es que relacionadas con ella están otras empresas que son más de una de cada cuatro de la provincia, con ello podemos ver su importancia. En la capital ocupan un porcentaje todavía mayor impulsadas por el turismo.
¿La economía de la ciudad se cimenta sobre la hostelería?
Está claro que estamos ante uno de los sectores más importantes de la provincia junto al transporte de mercancías por carretera y la industria agroalimentaria, pero es que en la capital es el mayor generador de puestos de trabajo al tratarse de una capital turística y una ciudad de servicios en la que hay sitio tanto para los desayunos de los trabajadores de oficina, los almuerzos en la industria y luego el ocio, tanto de cañas como nocturno, que suponen un enorme movimiento de dinero para la ciudad. Si a eso le añadimos las más de 350.000 pernoctaciones y 300.000 viajeros que llegaron a la capital el año pasado, tenemos una locomotora esencial en la economía local.
¿Ha podido remontar el sector entre una ola y otra?
Hemos tenido datos esperanzadores, por ejemplo en turismo rural ha sido el mejor mes de julio de los últimos cuatro años, lo que daba a entender que con nuestra tranquilidad y escasa población, nos convertía en un destino ideal para este tipo de turista que además se ha multiplicado. Pero la segunda ola del virus, a lo que hay que añadir las restricciones de movilidad, han provocado que al finalizar el verano, es decir los meses de julio, agosto y septiembre, las pernoctaciones cayeron un 8,55% respecto a este periodo del año anterior. Las previsiones para los próximos meses son peores comprometiendo el futuro de estas empresas que además mantienen población en sitios casi deshabitados.
En cuanto a los hoteles, tras venir de meses malos como el de abril, en el que no hubo pernoctaciones y los siguientes con cifras muy escasas, los meses de julio y agosto supusieron un respiro, pero aun así muy por debajo de los datos del año pasado. Así, si contabilizamos el verano como julio, agosto y septiembre, las pernoctaciones han caído un 30% en la provincia y un 43% en la capital, por lo que el sector apenas ha podido recuperar alguna buena sensación cuando la segunda ola se nos ha echado encima, con nuevos cierres ordenados y limitaciones de movilidad que pondrán nuevamente el sector a prueba y en el que muchos no aguantarán.
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