No se cumplió el refrán conquense que dice que “Por enero de San Julián, se hiela el agua en el puchero” , las gélidas temperaturas que la ciudad de Cuenca, venía soportando estos día de atrás, han dado tregua, y hoy 28 de enero festividad de San Julián, patrón de la ciudad, y segundo Obispo de la Diócesis de Cuenca (1198-1208). El frío intenso a desaparecido para dar paso a un sol primaveral que invitaba a visitar la Ermita en el cerro de la Majestad. Muchos han sido los conquenses y visitantes que se han dado cita en el “Lugar de mi Tranquilo día”, como le gusta llamarlo a San Julián, bien subiendo por la senda con preciosa vistas a la hoz del Júcar y parte antigua de la ciudad o por el empinado escalerón que atraviesa el cerro. Durante la mañana se han celebrado hasta tres misas en honor al Padre de Cuenca, dando a besar la reliquia, y finalizando la liturgia con el himno al Santo. Las Misas han sido celebradas por Ramón Page, consejero espiritual de