Ya están aquí. Las arraigadas fiestas de San Mateo
Faltan horas para que se inicien las fiestas del apóstol San Mateo en Cuenca. Por fin, han vuelto. Son las fiestas más arraigadas y populares del pueblo conquense. Las Vaquillas enmaromadas que correrán las calles del Casco Histórico de la ciudad después de dos años de ausencia. Mucho tiempo. Demasiado sin escuchar desde el balcón del Ayuntamiento: ¡Viva San Mateo! ¡Viva Cuenca!
Los conquenses volverán a rememorar la reconquista castellana de Cuenca por parte del buen rey Alfonso VIII junto a sus ejércitos, hecho que sucedió en 1177. Volverá a desfilar en comitiva presidencial de gala, junto a las autoridades locales, regionales y a veces nacionales, el Pendón Real con el que se ganó la ciudad de Cuenca desde la Catedral hasta la casa Consistorial como símbolo y señal de identidad del pueblo conquense. Sus más profundas raíces. Y su posterior devolución de acuerdo a los cánones establecidos.
Preparados, Listos, Ya! Que comiencen a subir hacia la Plaza Mayor centenares y miles de conquenses de todos los barrios de la ciudad para celebrar las fiestas más populares y queridas del pueblo de Cuenca. Ya suenan las charangas de las peñas Mateas animando el cotarro de las calles del Casco Antiguo.
Zapaterías, la bajada a San Miguel, la Plaza de San Nicolás, la Plaza del Trabuco, el barrio del Castillo, la Plaza de Cecilio Albendea, vaquillero de pro y por supuesto la propia “casa de los conquenses” su icónica Plaza Mayor, es un hormiguero de gente. El Vaticano cuelga el cartel de no hay billetes.
Nadie quiere perderse las fiestas de San Mateo, señaladas en rojo en el calendario del conquense. Al menos un par días, se cuadra la agenda para poder subir, a sentir la adrenalina de la emoción al oír a los mozos gritar: ¡La Vaca! Se producen carreras, sustos, momentos de confusión, apretones, pánico y al final la melodiosa y cachonda canción charanguera y torera de: ¡Si te ha pillao la vaca jodete-jodete!
Hay una cita obligada debajo de los Arcos del Ayuntamiento para escuchar y sentir como “suena” la Banda de Música de Cuenca bajo la dirección del maestro Aguilar, interpretar el mini concierto de pasodobles de compositores conquenses y nacionales los días de San Mateo, a primeras horas de la tarde. Y bailar con la morena y la rubia…
Ya está aquí. La ancestral vaquilla de San Mateo. Mañana comienza con el multitudinario desfile de peñas en horario matinal que llenará de colorido y alegría las calles que dan acceso a la Plaza Mayor. Por la tarde, el pregón de Fernando Herranz, a continuación pasodobles bajo los Arcos del Ayuntamiento y después con aviso del cohete de Julio Perdido, la suelta de las vaquillas enmaromadas por el improvisado coso de la calles del Casco Antiguo.
Concurso de gachas, verbena, toros de fuego, gigantes y cabezudos, y una programación especial para los niños con actividades infantiles en la Plaza de Mangana, para que sean ellos el futuro y el germen de las fiestas de San Mateo del mañana. No esperan.
La vida en Cuenca son cinco días: 17, 18, 19, 20, y 21 de septiembre.
San Mateo, San Mateo, oe, oe, oe.
Comentarios
Publicar un comentario