¡LOOR A SAN JULIÁN EN SUS FIESTAS DE AGOSTO! (Rafael Torres)
Martes, 20 de Agosto de 2019. OPINIÓN | Rafael Torres/ElDíadigital.es
Las hojas del calendario nos marcan en su segunda quincena del mes de agosto, alejándose ya el caluroso bochorno, las fiestas patronales en honor a San Julián segundo Obispo y Patrón de la ciudad de Cuenca. Con la llegada de estas fiestas se da por finalizado el verano en la ciudad y en la provincia. Atrás quedaron las fiestas de los barrios conquenses que se iniciaron en mayo.
Pero cuando realmente resplandecen y se disfrutan estas fiestas es en agosto. La ciudad de Cuenca se engalana durante los días festivos y muestra su exultante belleza, aún más si cabe, para honrar a su conquense de pro el bueno de San Julián. Aunque nació en Burgos en el año 1128, regalo toda su vida en beneficio de la comunidad conquense y por tanto, tiene todo el derecho a ser considerado como un conquense más. Y así, lo reconocen y se muestran de acuerdo todos los ciudadanos.
La llegada de estas fiestas es una buena ocasión para hacer un alto en el camino de nuestra vida diaria y disfrutar de las mismas rodeados de la familia y amigos en su amplia programación tanto religiosa, como cultural y deportiva. No tienen, seguramente, esa connotación tan marcadamente popular como puedan ser las celebraciones de Semana Santa o la enraizada festividad del apóstol San Mateo.
Pero sin lugar a dudas, son las fiestas del reencuentro de familias y de amigos, en una Cuenca que ha visto como la mayoría de sus hijos han tenido que emigrar en busca del Dorado en otras tierras. Por eso, son las fiestas del feliz recuerdo a un tiempo inolvidable de mocedad.
La ciudad triplica su población. Vecinos, y turistas se ven sumergidos en una combinación de espectáculos para todos los públicos. Las mañanas están dedicadas a los niños en el parque del “Vivero”, allí los más pequeños se encontrarán con “Chupagrifos” en la cueva del Ogro además disfrutaran de hinchables, títeres, cuentacuentos. Las tardes están dedicadas a la Feria Taurina que ocupa un lugar de privilegio en las fiestas junto al Concurso Hípico Nacional de Saltos de Obstáculos.
Las noches son para la música, míticas bandas y grupos de moda en el panorama sonoro seducirán a la movida conquense en las últimas noches del verano conquense. Y con esta simetría jaranera los jóvenes verán como les dan las diez, y las once y las doce y la una y las dos y las tres envueltos en el crepúsculo de la luna de San Julián.
El céntrico parque de San Julián será de nuevo escenario improvisado de actuaciones musicales, folclóricas y teatrales actuando el viejo “templete” del parque de fiel testigo de las mismas.
Los días de fiestas comenzaran con el pasacalle del “duro despertar” por los barrios a cargo de los “Gigantes y Cabezudos “acompañados del típico instrumento popular de la dulzaina. Sorprendiendo a propios y extraños cuando estos visiten el Casco Antiguo y crucen el Puente de San Pablo en dirección a las míticas “Casas Colgadas”. Toda una escena de película dirigida por Carlos Saura, con la voz narrativa de Francisco Rabal.
Terminaran las Fiestas del “Bueno de San Julián” sin fuegos artificiales ni pólvora que anuncie a los cuatro vientos que las Fiestas del año 2019 han terminado. No ocuparán el espacio aéreo de la ciudad pétrea los efectos visuales, sonoros y fumígenos. Sería bueno para el año que viene incluir en el programa festivo un concurso de Fuegos artificiales de carácter nacional o internacional que iluminaran en la noche la belleza de la ciudad.
El eco de la hoces del Júcar y del Huécar, ya envía el grito unísono de: SAN MATEO, OE, OE, OE al ritmo de charanga que irrumpirá con fuerza en la segunda quincena de septiembre en la vieja ciudad castellana. Reviviendo la reconquista de la ciudad por las tropas cristianas.
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