HISTORIA DE LA PLAZA DE TOROS DE CUENCA (Rafael Torres)
Domingo, 25 de Agosto de 2019. OPINIÓN | ELDIAdigital
La ciudad de Cuenca se encuentra inmersa en plenas Ferias y Fiestas de San Julián, una parte muy importante de su programación por aspectos económicos y artísticos la acomoda la Feria Taurina de San Julián que se encuentra en plena celebración ¿Pero sabemos cuándo se construyó? ¿Cuándo se inauguró? Y ¿Qué espectáculo lo hizo?
Hasta el año de 1.927 no existió la actual plaza de toros de la Avenida de Reyes Católicos. Los regidores municipales improvisaron cosos taurinos según la imaginación y las necesidades urbanísticas del momento. De tal forma, que se dieron toros en: Plaza Mayor, el Campo de San Francisco, los ríos Júcar, Huécar.
Las primeras edificaciones fueron la de Pintado, la de la Ventilla, Casablanca (que tuvo que ser derruida por su poca seguridad) hasta que se cimentó la actual conocida por muchos aficionados como el “Coso de Reyes Católicos” pero rebautizada en el año 2.014 con el nombre de paseo de “Chicuelo II” en recuerdo del torero de los años 50 Manuel Jiménez Díaz, natural de la aldea de Casa de la Viuda del término municipal de Iniesta (Cuenca). Contando el diestro conquense con una escultura en el entorno del coso y nombre de acceso a la plaza.
Fue en el pleno del 31 de mayo de 1.925 cuando en el punto número 8 del orden del día, se incluía “Terrenos proyectada plaza de toros. Presentando cinco ofertas por las siguientes personas:
Paulino P. de Azaeta, en representación de su esposa Josefa Jiménez, ofreciendo diez mil metros cuadrados a la derecha del camino de San Antonio que lindaba con la carretera de Alcázar, por cuatro pesetas el metro cuadrado.
Antero Nieto, ofrecía entre el camino de San Antonio y la carretera citada, en el paraje “Rambla de Santa Isabel “terreno al precio de dos pesetas metro cuadrado.
Faustino Martínez, Joaquín Jiménez Girón, y Juan LLandrés para construir en terrenos de la fuente de S. Fernando a cuatro pesetas el metro cuadrado.
Pablo M. Muelas hizo una oferta muy generosa regalaba una hectárea de terreno en el lugar que conocemos por Cruz del Bordallo.
La elegida fue presentada por Francisco Meler, en representación del conde de Santa Coloma, por el precio de veinticinco mil pesetas por veintiún mil doscientos treinta y cinco metros cuadrados, situada junto a la reguera de Santa Ana.
Presentadas las ofertas, estás se debatieron entre los concejales Julián Velasco, Mariano Córdoba, Hipólito Ruiz, Emiliano Moreno, y Alejandro Rodríguez. Cada concejal expuso y argumento que terreno le parecía mejor para la construcción de la plaza de toros de Cuenca.
Como no existía acuerdo entre todos los ediles para elegi1r el terreno, el alcalde Cayo F. Corversa, decidió someterlo a votación del pleno, saliendo elegida la oferta que ofrecía el conde de Santa Coloma.
En octubre del mismo año se aprueba en pleno publicar en la Gaceta de Madrid una oferta pública para la presentación de proyectos para la construcción de la nueva plaza de toros. En el pliego de condiciones se demandaba que la capacidad del nuevo recinto taurino fuera de diez mil personas y que el presupuesto no podía superar las doscientas setenta y cinco mil pesetas.
La empresa elegida debía de comprometerse a entregar la obra el quince de agosto del año siguiente, bajo multa de cien pesetas por cada día que se demorase la entrega. Imponiendo una multa de veinticinco mil pesetas si no se hiciera la entrega antes del cuatro de septiembre.
Al concurso se presentaron dos únicos proyectos: uno del arquitecto Francisco de la Torre Gosálvez y otro de Zubizarreta, ingeniero de caminos. Siendo los dos proyectos desestimados por el informe del arquitecto municipal por no reunir ambos proyectos los requisitos técnicos y administrativos competentes necesarios para la realización del aludido inmueble.
El 25 de mayo de 1926, se adjudicada en sesión plenaria al contratista José María Aguirre Gonzálo, bajo la fiscalización del arquitecto Luis F. Urosa y contando con la supervisión de los ingenieros Alejandro San Román y José María Aguirre, con un coste total de trescientas cincuenta mil pesetas.
El día 4 de septiembre de 1927 en plena ferias de San Julián se inaugura la deseada plaza de toros con una función de circo y no con una corrida de toros como hubiera sido lo pretendido. Fue al día siguiente cuando se lidiaron toros por primera vez en el coso de la plaza de toros. Componían el cartel los diestros: Valencia II, Marcial Lalanda, y Martín Agüero que se enfrentaron a un encierro con el hierro de Santa Coloma.
A lo largo de sus 92 años de historia de la plaza de toros han pisado su ruedo los mejores toreros del escalafón de todas las épocas doradas del mismo. Algunos de ellos se les recuerda con verdadera emoción y sentimiento por sus memorables faenas realizadas en la plaza del paseo de “Chiculeo II”
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