Ha llegado la hora de abrir el comercio local en Cuenca
Lunes, 11 de Mayo de 2020. Cuenca | Rafael Torres/El Día digital.es
Por fin, parecía que no iba a llegar el día de volver a abrir los comercios locales en la ciudad de Cuenca y en el resto de ciudades españolas que hayan pasado a la fase 1.
Desde el pasado 16 de marzo los comercios de la capital incluido los centros comerciales tuvieron que cerrar sus puertas temporalmente como consecuencia del Covid-19. Sólo han permanecido abiertos de cara al público los comercios de alimentación, las farmacias y los quioscos. Bajaron las persianas de forma inesperada y cómo se suele decir de la noche a la mañana.
Duro golpe y frenazo en seco para su maltrecha economía. Muchos comercios abrieron sus puertas a través de internet con el fin de seguir ofreciendo sus productos a sus clientes de toda la vida y no perder el contacto con ellos de forma definitiva. Era adaptarse o morir. Así de claro.
Lo que vivían los comercios pequeños antes del covid-19, era una guerra de supervivencia en una jungla llena de fangos en forma de impuestos altos, grandes superficies y gigantes de venta por internet, casi nada... El pequeño comercio, las tiendas de toda la vida, ya estaban muy perjudicadas por estos motivos y mantenían una lucha sin cuartel para no desaparecer.
A partir de ahora se acrecienta para el comercio local su lucha diaria para sobrevivir, porque este se ha llevado un duro porrazo que lo puede haber dejado muy tocado. Los comerciantes sienten miedo, pánico y terror ante la nueva situación que les ha planteado la vida, totalmente desconocida y muy crítica para todos en general pero para algunos sectores aún más difícil de soportar.
No soy nadie para pedir nada a los
conquenses, pero sí que me gustaría que apoyáramos a nuestros comercios, cuando tengamos que comprar algo que necesitemos, pensemos en ellos y valoremos lo que significa comprar en nuestros comercios. Si cierran los pequeños comercios, los pocos que van quedando, nuestras calles serían más tristes y darían un aspecto desolador.
Detrás de los mostradores de esos comercios están muchos amigos y conocidos que cuando los visitamos con el fin de comprarles algo nos tratan de forma familiar y amigable. Volquémonos con las tiendas de nuestra ciudad para que sigan abiertas y puedan crear empleo en la medida de sus posibilidades.
Muchos comercios de nuestra ciudad se han volcado prestando materiales de su uso laboral propio para ponerlos a disposición de las autoridades sanitarias y que estas lo distribuyeran en el grado de necesidad en cada lugar donde hicieran falta. Personas mayores que no han podido salir han sido atendidas cariñosamente por estos comercios de toda la vida, llevándoles la compra a sus domicilios sin importar para nada su exposición al contagio. Hablo de nuestras madres y padres y familiares mayores reconocidos como personal de riesgo.
Ahora toca a la población mover ficha en el tablero del comercio conquense, de tienda en tienda, apoyando en la medida que cada uno pueda. Comprar en la ciudad es invertir en la misma, es crear riquezas económicas y puestos de trabajo. Hagamos todos juntos una campaña de ayuda a nuestros comerciantes con el lema: Yo compró en Cuenca.
Comentarios
Publicar un comentario