CUENCA GRITA EN OTOÑO: ¡VENID
A VERME!
Su constante búsqueda del precipicio hasta llegar a los cielos dan paso a una mezcla de imágenes en piedra creadas al azar por la naturaleza que rebasan toda lógica y el inconsciente humano hasta convertirla en superrealismo urbano.
Llegada la estación otoñal la ciudad colgada se envuelve
de tapices hechos de colores rojos, ocres y amarillos entreverados con el verde
ciñendo a la ciudad en una banda luminosa que rinde homenaje a sus paisajes confiriéndole
esta tonalidad un innegable encanto.
Os propongo una ruta para comprobar
como Cuenca grita en otoño: ¡Venid a verme¡ es un paseo por la ribera del río
Júcar saliendo desde el puente de San Antón camino de la Playa Artificial.
Asomarse al río Júcar desde el Puente de San Antón es ahogarse
en unas magníficas vistas de la Acrópolis
conquense que domina cada rincón de la ciudad reflejándose en el espejo verde
de las aguas.
Caminar por la orilla de enfrente, aguas arriba del
Júcar, remontando el río y cruzando el
Puente de los Descalzos bajo la ermita de las Angustias para llegar al original
paraje del Recreo Peral, sin perder detalle de los rascacielos de Cuenca,
dejaros acompañar de los Chopos ciclópeos, que amenazan alcanzar la azotea de la hoz.
Después de este recomendable paseo a pie, reponer
fuerzas en las saludables aguas de la
fuente de Martín Alhaja, un simbólico manantial conquense que toma su nombre de uno de los personajes
legendarios vinculados a la historia de la ciudad y continuar viaje hasta la Playa Artificial,
sin dejar de pasar por el recoveco que confecciona el río a escasos doscientos
metros.
Cuenca tiene infinidad de rutas que nos ofrecen inmortales
paisajes para disfrutar del otoño, ven y verás lo que te estás perdiendo. ..Escucha
el eco de su llamada que surge de entre sus hoces.
Texto y fotos: Rafael Torres.
Publicado el Día digital. es
Domingo, 03 de Noviembre de 2019
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