30 ANIVERSARIO DE LA CAIDA DEL MURO DE BERLÍN (Rafael Torres)
Domingo, 17 de Noviembre de 2019. OPINIÓN | ELDIAdigital Rafael Torres.
El pasado, día 9 noviembre se cumplieron 30 años de la caída del Muro de Berlín, uno de los momentos más determinantes de la historia europea moderna que propició la reunificación de Alemania y el levantamiento de la libertad.
Esta pared de hormigón armado de entre 3,5 y 4 metros de altura y de 45 Kilómetros de longitud dejó enormes historias de amor rotas detrás de sus muros. Familias separadas y amores divididos. Miles de escenas que protagonizaron los relatos más tristes entorno al Berliner Mauer.
Fue levantado por la Alemania comunista en 1961 para impedir a sus ciudadanos el libre tránsito hacia el sector occidental de la República Federal Alemana. Entre 1961 y 1989 más de 5.000 personas trataron de cruzar el muro y más de 3.000 fueron detenidas.
En torno a 260 personas murieron en el intento, la primera víctima fue un joven de 18 años de edad, llamado Peter Fechter que murió el 17 de agosto de 1962, intentando conseguir su sueño. “Tendido en el suelo se quedó, sonriendo y sin hablar; sobre su pecho flores carmesí, brotaban sin cesar”.
Diez años más tarde el cante español Nino Bravo le dedicó la canción “Libre” compuesta por José Luis Armenteros y Pablo Herreros, inspirada en la historia de este joven de “casi veinte años” que muere intentando cruzar el muro de Berlín.
Llegó al muro acompañado de su amigo, Helmut Kubelik, que si llegó a colmar su sueño de rebasarlo, no le ocurrió lo mismo a su amigo Peter, que “extendió sus alas” y se alzó en el muro, recibiendo el alto de los soldados soviéticos, “marcha tan feliz que no escuchó la voz que le llamó”. Al no ser atendido el alto, mandaron disparar sobre él, que fue alcanzado por varios disparos “la alambrera no podía detener sus ansias de volar”. Libre. Cayó herido en la “Zona de nadie”.
“El viento recogió su lamento y su pesar” quedo tendido a la vista de todo el mundo, mientras se desangraba a borbotones “camino sin cesar, detrás de la verdad para saber al fin lo que era la libertad”. Nadie se atrevía a recogerlo, tan sólo le lanzaron un botiquín, seguía pensando moribundo “que tras la frontera está su hogar su mundo y su ciudad”
Después de 50 minutos agonizando, fue recogido por los soldados soviéticos que lo llevaban en brazos como al “Superhombre muerto” en un acto heroico en una cruel batalla contra el muro. Los hermanamos alemanes de la otra parte gritaban que lo auxiliaran, pero nadie hizo nada, es más las fuerzas militares impidieron que fuera ayudado por algún civil. “Tendido en el suelo se quedó, sonriendo y sin hablar; sobre su pecho, flores carmesí brotaban sin cesar”.
Comentarios
Publicar un comentario