Brillante y emotivo concierto del Huerto de San Esteban
Cuenca | Rafael Torres/El Día digital.es. Sábado, 06 de Abril de 2019
La Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de la parroquia de San Esteban protomártir celebró en la tarde noche de este viernes, el anterior al de Dolores, como es frecuente desde que se instruyó, su tradicional e inconfundible Concierto de Marchas Procesionales con la Banda de Música de Cuenca bajo la magistral batuta de su director Juan Carlos Aguilar Arias.
Con el cartel de no hay billetes y con muchas ganas de sentir y oír a la Banda de Música interpretar la selección de marchas procesionales preparadas para su actuación comenzó el Concierto. Y no defraudo, ni mucho menos, fue impresionante. Volvió a demostrar la técnica y oficio que poseen sus componentes unido a la maravillosa capacidad de transmitir emoción y sacudidas del corazón a través del mundo maravilloso del arte de la Música.
El programa fue una acertada selección de marchas procesionales. Estuvo divido en dos partes marcadamente diferenciadas por un lado se escucharon obras de autores conquenses como: Julián y José López Calvo, Julián Aguirre “El Maño”, Fernández- Cabrera Pérez-Cejuela y José Mencías Sanglada. Conformando el resto de composiciones musicales con obras de autores de afuera. Entre ellas, se escucharon por primera vez en el templo de San Esteban: Crucifixus de J. Alberto Pina Picazo y Danos Tú Paz de J. Luis Pérez Zambrana.
El Concierto fue presentado por el nazareno J. Miguel Carretero que derramó elocuencia en su oratoria de mucho valor para sensibilizar y de qué manera al público asistente en su mayoría nazarenos. Todos ellos esperaban el “Mana” en forma de música procesional que amortiguara su expectación e ilusión ante la inminente llegada de la Semana Santa.
Hubo tiempo también de emocionarse y de recordar al bueno de “Jesús El Quinto” por medio de las sentimentales palabras que le dedico el hermano Ramón Gómez que a buen seguro escucho desde la parcelilla de su Quinto en el cielo de las estrellas.
En definitiva, un entrañable y precioso Concierto del “Huerto” que fue acompañado por grandes ovaciones al final de cada interpretación deleitando a todos los asistentes. Un hermoso viernes de Cuaresma que tuvo como colofón el Miserere de Pradas.
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