Los niños de Cuenca perpetúan la Semana Santa
Lunes, 01 de Abril de 2019. Semana Santa | Rafael Torres/El Día digital.es
Este sábado para el pequeño nazareno conquense no fue un día cualquiera, era el día de su procesión infantil. Es cita ineludible en su calendario particular. Toca desfilar con la Hermandad familiar, al igual que se hace durante los días de Semana Santa en cualquier procesión que componen la misma.
Su noche de “Reyes Nazarena” se hizo larga, muy larga, la intranquilidad y la zozobra por si se dormían, les llevó a dormir poco. Fueron muchos los que llamaron a los padres diciendo: “¿A qué hora nos levantamos? ¡No lleguemos tarde! Quién de nosotros no ha soñado nunca que se dormía y no llegaba a salir a tiempo en la madrugada del Viernes Santo.
Había que desayunar pronto y coger fuerzas para llevar el pequeño paso, una réplica semejante y cabal del paso titular de la Hermandad. Qué ilusión tan grande para esos pequeños. Que pensamiento y reflexión personal pasaría por la pequeña mente de estos futuros banceros. ¡Voy a llevar el paso, como hacen los mayores!
Era impresionante ver el inmenso reguero de niños y niñas vestidos con sus pequeñas túnicas dirigiéndose a la parroquia de El Salvador como si fueran a participar en una procesión de las que conforman nuestros desfiles procesionales de Semana Santa. Tal vez fuera para muchos un Martes Santo, o un Viernes Santo cuando hacen ese mismo recorrido.
Sigo viendo en mi mente la cara de felicidad de los miles de niños y niñas que participaron en su procesión. Benditos nazarenos de Cuenca que me hicisteis regresar a la edad santa de mi infancia, apelando a lo más evocador que vive en mí. Los sonidos e imágenes más emotivas de una secular tradición.
Con vosotros volví a la edad aquella de la procesión del barrio con banda de tambores de latas de hojalata y trompetas simuladas con nuestro propio sonido. Al desfilar del paso con la cruz de madera sobre las andas manuales con piedras incluidas para que pesara más y recordé la sabanilla bordada por la mejor modista del mundo que colgaba de la cruz. “Gracias, mis pequeños nazarenos porque he vuelto a la edad infantil y bendita en que vivir es soñar”.
Después de ver, sentir, y palpar tanto sentimiento nazareno en los niños de Cuenca sólo me quedaba bajarme a mis quehaceres cotidianos con el corazón repleto de emociones y de las fuertes. “Me quedo con ellos,” con sus gestos, bien aprendidos con sus expresiones que sacaban desde dentro de cada uno. Con su pura verdad nazarena. La fuerza de la devoción popular inculcada de generación en generación se vivió ayer en el casco antiguo de la ciudad.
Ayer fue el día de los pequeños nazarenos, y grandes protagonistas en su especial jornada. Nuestros desfiles procesionales están llenos de niños y niñas, razón de peso para que velemos en prepararlos a conciencia por el futuro de las Hermandades, pues estas estarán en sus manos algún día.
Enhorabuena a la Junta de Cofradías por esta iniciativa enmarcada dentro de la Escuela Nazarena porque enseñar a ser un buen nazareno y de Cuenca es fundamental para la perpetuidad de la Semana Santa. Hay mucho futuro por delante.
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