Son catorce años consecutivos los que esta peña lleva entregando sus reconocimientos a las personas más destacadas de las fiestas mateas y vinculadas a este grupo de amigos
La Peña El Mandil ha celebrado la tradicional comida con la que dan inicio a las fiestas de San Mateo y en la que han entregado los reconocimientos en un ambiente festivo y familiar, preámbulo de lo que serán los próximos días.
Durante el encuentro han distinguido a Diego Valera, pregonero de las fiestas el pasado año, con la Pita de Plata. Durante el acto han agradecido su “titánico esfuerzo y dedicación hacia las fiestas de San Mateo” desde la presidencia de la Asociación de Peñas Mateas en los años 2014-2016, además de ser representante de su Junta Gestora hasta la formalización de la actual Junta directiva.
Con ocasión del 70 Aniversario del Bar restaurante Mangana (1947-2017), la Peña decidió conceder el Madil de Honor a sus propietarios Rosa Martínez Gimeno y Pablo Recuenco Garrote, un premio que han querido hacer extensivo también a sus lindas hijas: Marta y Paula y con mucho cariño a Jesús hermano de Rosa.
Destacan del establecimiento que por su antigüedad, tradición y simbolismo el bar restaurante Mangana es todo un referente en la ciudad y un emblema en las fiestas de San Mateo.
La primera referencia de los orígenes de este santo lugar del Vaticano conquense, la encontramos en la persona del pequeño y gran hombre Fermín Asensio “Jamú”, su primer dueño y creador de la zaga del bar Mangana y sus hazañas.
Desde de su larga biografía “el Mangana “siempre ha tenido un protagonismo especial en la fechas mateas. En su paredes que -rezuma historietas por cemento cuadrado- se han colgado los cartelones tan célebres que ponían de vuelta y medía a todo el barrio de la plaza.
Continuadores de aquella sátira con dardo fueron El Pedagogo, Pedrito el largo, Pablo de Juan, Los Garrotes y el añorado y querido Lucas Aledón, que crearon el rotativo independiente de la Gaceta Vaticana. Subiendo vecinos de todos los barrios de la ciudad para reírse a carcajada limpia de los mencionados que en la pared aparecían fotografiados y puestos a caldo y no de gallina.
Repasar estos 70 años de historia me fuerza de forma gustosa y atenta a recordar cómo este característico lugar fue sede la Peña el Korinto, (pionera en la creación de peñas mateas en la ciudad), con su presidente Herminio García y su hermano Miguelín II, que le galardonamos con la Maroma de Oro, hace dos años.
La historia contemporánea del bar Mangana, va unida al matrimonio Pablo Recuenco Garrote y Rosa Martínez Gimeno que se hicieron cargo del mismo en el año 1992, coincidiendo con la creación de la “Peña El Mandil”.
Desde ese momento y gracias a la gentileza de sus dueños este local se ha convertido en sede de la Peña “El Mandil”, adornando sus balcones con el emblema de la Peña y colocando el día 14 de agosto el contador que anuncia a los vecinos del casco antiguo y a los que se acercan al mismo los días, que faltan para las ansiadas fiestas de San Mateo.
Además de celebrar en el comedor del piso primero la tradicional comida de entrega de Mandil de Honor y Maroma de Oro que se organiza al inicio de las fiestas.
Son muchas las historias y los personajes que han pasado por el restaurante más antiguo de la Plaza Mayor y quizás de la ciudad. “Con este Mandil de Honor, la Peña quiere agradecer y homenajear a esta familia, que es parte de la nuestra”, comentaba el conductor del acto antes de entregarle los premios.
Son muchas las historias y los personajes que han pasado por el restaurante más antiguo de la Plaza Mayor y quizás de la ciudad. “Con este Mandil de Honor, la Peña quiere agradecer y homenajear a esta familia, que es parte de la nuestra”, comentaba el conductor del acto antes de entregarle los premios.
MAROMA DE ORO
La Marona de Oro ha sido este año para Francisco Martínez ‘Paco Jorguines’. Paco vino al mundo un 25 de octubre de 1937 en la la calle de San Gil nº 1 es decir en pleno “jardín de los poetas”, su primeras letras las aprendió en la escuela ubicada en la calle Obispo Valero, siendo su maestro D. Lorenzo. Desde muy pequeño se empapo de la “vaca”, uno de sus juegos habituales era jugar a la vaca. Le gustaba ir a esperar las vacas a la calle Larga del barrio del Castillo, cuando estas venían de Buenache.
La Marona de Oro ha sido este año para Francisco Martínez ‘Paco Jorguines’. Paco vino al mundo un 25 de octubre de 1937 en la la calle de San Gil nº 1 es decir en pleno “jardín de los poetas”, su primeras letras las aprendió en la escuela ubicada en la calle Obispo Valero, siendo su maestro D. Lorenzo. Desde muy pequeño se empapo de la “vaca”, uno de sus juegos habituales era jugar a la vaca. Le gustaba ir a esperar las vacas a la calle Larga del barrio del Castillo, cuando estas venían de Buenache.
De jovenzuelo le seguían gustando las fiestas, pero prefería no correr peligro delante y se encargaba de preparar las meriendas de ahí le viene su particular percepción de la gastronomía conquense.
Aún se sigue recordando con mucho humor cuando montado en la burra del Tío Bernando y vestido de época medieval fue a pedir la llaves para la suelta de las vaquillas debajo de los Arcos del Ayuntamiento. Echándole un manojo de llaves D. Andrés Moya, regidor de la ciudad por aquél entonces.
Entre sus cualidades como herrero y forjador destacaron que se encontró con el hierro a la edad de 9 años en el taller de Antonio “Marragolpes”, cuna y vivero de los mejores trabajadores del hierro que ha dado la ciudad de Cuenca, junto a Perico “el Agonias” y “Alejandro Jiménez”.
Después en plena adolescencia pasaría como aprendiz a la herrería del Ayuntamiento adquiriendo con el tiempo y demostrando su maestría con el mismo la plaza de herrero del Ayuntamiento donde ha permanecido como tal 40 años largos.
Durante ese periodo ha dominado a la perfección y con maestría los trabajos de montaje y ajuste de elementos y piezas metálicas de hierro y acero para la construcción de piezas y elementos artísticos. Consiguiendo que un material duro y austero como es el hierro, aparentemente indomable y desobediente, condenado a un forzoso hieratismo, sin expresión alguna, adquiera en sus manos una viveza asombrosa y una distinción que satisface al observador de sus obras.
La cerradura que abre o cierra la puerta principal del Ayuntamiento de nuestra ciudad, no es una cerradura normal, en ella aparece como bocallave la silueta en hierro del Escudo de Cuenca, realizada por nuestro protagonista de forma genial.
También tiene realizado el báculo en hierro de la imagen en piedra de San Julián, en la fachada de la Catedral y la reparación de la puerta de forja de la Capilla de San Mateo de la Catedral, el vallado de tubos de hierro que forma las barreras de la plaza, también los remates de las torres de San Antón, S. Felipe, y S. Andrés, además de muchas otras propias de su oficio de herrero municipal en todas las calles, parques y jardines de la ciudad.
Un acto que han celebrado y compartido con la ilusión del inicio de las fiestas y con la certeza de que el año que viene volverán a reconocer a otras personas vinculadas con las fiestas.
Cuenca | Rafael Torres. Fotos y texto.
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