EL
PUEBLO DE CAÑAMARES RECUPERA LA CALMA DESPUÉS DEL INCENDIO DEL
PASADO DÍA 10 DE AGOSTO.
El
incendio
forestal en el municipio de Cañamares, deja una imagen desoladora y
triste en los montes
cercanos
al pueblo. Una contemplación de un bello paisaje anterior
convertido después del fuego en un desierto de cenizas.
Después
de transcurridas varias semanas del incendio forestal en el termino
municipal de Cañamares (Cuenca), las personas que viven
allí y las que se
aproximan
a este bello
pueblo serrano se van a encortar con un decorado horrible. El color
verde de sus frondosos pinares que cruza las
entrañas
del río Escabas se ha convertido en ceniciento.
Las
llamas ocasionadas o nativas se han apoderaron de un parque
natural provocando el desastre vegetal además del animal porque
las especies donde anidan se ven exigidas a transitar a otra zona
donde puedan habitar.
Una
vez sofocado el fuego, es la hora de averiguar
y analizar
las causas que lo han provocado. Ya
se encuentran investigando de pleno
y
sobre el terreno sometido a calor extremo, la
Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del cuerpo
de agentes medioambientales, en amplia cooperación con el Semprona.
Serán
estos comisionados
los que determinen
a
través de (fotos,
cepillos, palas, huellas, restos
de
cerillas, colillas, olores, muestras químicas)
las causas del incendio y sus culpables si es intencionado o por
negligencia humana. Apoyándose también para conseguir su
esclarecimiento en
los parámetros como la temperatura, la humedad, la dirección del
viento.
Haciendo
hincapié
donde comienza el incendio que es donde más rastros se producen por
la poca combustión con la que comienza.
Hasta que se determinen
las causas que han provocado el incendio puede pasar mucho tiempo.
Semanas, meses, años pero a bien seguro que el culpable será puesto
a disposición judicial. Para los duchos y expertos en la materia
resulta muy llamativo el lugar donde se inició, en una ladera.
Seguidamente
del acaloramiento del fuego y la calcinación de todo lo que alcanza
llega la hora de recuperar el monte. De quitar toda la masa forestal
tanto quemada como aquella que se ha visto afectada y qué se prevé
que no va a sobrevivir.
Retirar
este material es
vital para evitar el desarrollo de las plagas de insectos y evitar
así la aparición de la temida y más importante plaga de “los
Escolitidos”, que afectan severamente a los bosques.
Los
Agentes Medioambientales examinaran en detalle como ha quedado el
suelo después del incendio. Deben conocer la impermeabilidad de la
tierra para evitar que se produzcan corrientes de agua que arrastran
los sedimentos por la falta de retención que ejercían las raíces.
Las
cenizas y el humo que ha traído el fuego al pueblo de Cañamares, se
han convertido en debate entre los vecinos que piden una mayor
atención a su vergel natural por parte de las autoridades
competentes.
Cada
fin de semana “La Playeta “ y alrededores se convierten en un
emplazamiento de acampada libre donde “Vale todo”. Se colocan
tiendas de campaña junto al río, los coches invaden el terreno
propio de la naturaleza, la basura acampa en las zonas de recreo, se
lava la ropa en el río, y demás desidias que van encontrá de la
naturaleza y su conservación.
Para
muchos vecinos la solución a estas malas conductas incivicas por
parte de algunas personas pasa por convertir este paraíso nativo,
único en el mundo, en un espacio natural protegido por sus
singulares valores, tanto naturales, como socioculturales.
Este
regalo de la naturaleza de ha convertido en un mar de juncos y zarzas
que dificultan enormemente el discurrir del agua en algunas zonas,
evidenciando claramente la necesidad por parte de La Confederación
Hidrográfica del Tajo, responsable de la ribera del río, de una
limpieza a fondo del mismo.
El
incendio del pasado día 10 de agosto podría haberse convertido en
uno de los más graves de la Serranía de Cuenca, sin lugar a dudas,
la rápida actuación del dispositivo ha evitado un tragedia
medioambiental de una gran envergadura. Pero ha puesto en alerta a
los habitantes de la Serranía alta que piden mayores medidas de
protección para salvaguardar y conservar esa reserva natural en
estado puro que es la Serranía de Cuenca.
El
fuego se declaro sobre las 21,32 horas en el Puerto de Monsaete
antigua carretera CM-210 a unos dos Kilómetros del pueblo. El fuerte
viento que soplaba en el lugar y lo escarpado del terreno
dificultaron las labores de control, comprobando los vecinos del
pueblo como en cuestión de minutos las llamas se alzaban y
amenazaban con entrar en el lugar. Llegando el humo a la localidad
cercana de Priego.
El
Sistema de Información de los Incendios Forestales del Gobierno
regional dio por sofocado el incendio de Cañamares, cifrando La
Consejería de Agricultura en 185 las hectáreas arrasadas por las
llamas en el paraje “El Monsaete” de alto valor ecológico
formada por pinos Laricio en una zona ZEPA de protección para aves
necrofágas y águila perdicera.
En
total han participado en las labores de extinción 60 medios , 12
aéreos y 42 terrestres, con 312 personas, entre las que se
encontraban un contingente integrado por 62 militares y 24 vehículos
de la UME (Unidad Militar de Emergencias). El fuego llegó adquirir
nivel 2 emergencia.
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