Cuando un aficionado asiste a una corrida de toros observa que a lo largo de las tres horas largas que dura el festejo se producen diversos lances, algunos de ellos con mucho arte y no precisamente por parte del torero
El coso registro un
lleno hasta la bandera y en la Andanada del Sol, se situaban
un grupo de jóvenes que al grito de “¡hay
Victorinos con jamón, pan y vino! “no
dejaban de pasarlo bien.
Entre el grupo se encontraba una joven
promesa de la noche de Cuenca, que apuntaba ya
maneras era “Fermín el Orejas”, hijo de la buena
de Dorotea, el bravo chaval en un alarde
de emoción agarró la goma por la que se bebía el
vino en una enorme cubeta (no recuerdo si era blanco o
tinto pues los dos hacen la misma fiesta), y comenzó a
tragar y a tragar vino a espuertas,
hasta el punto de quedarnos atónitos y de no creernos lo
que estábamos presenciando, ese alarde de socarre.
Parecía
que se ahogaba, cada gorgorotada la acompañaba una
cruz a modo de bendición. Pero ... todo lo contrario, se
levantó y en estado de alocamiento como
pudo gritó “¡Qué saquen el sobrero que el vino esta
bien fresco y cae bien al gaznate!”
Cayendo
a continuación desplomado y sin juicio encima de los
espectadores que tenía delante, apenas pudo incorporarse cuando
comenzó a vomitar, de manera que no le quedó “brebaje
oscuro” dándole escalofríos, sudores y desmayos, que
le hizo pensar que eran sus “últimas horas”.
También
viene a mi memoria otra tarde de toros
en la que al entrar en la plaza coincidí con “Antonio
Facturas” del barrio del Vaticano. Lo vi vestido con
el chaleco de la Cruz Roja y junto con otro compañero
portaba una camilla. Al verlo me sorprendí y le dije:
“¡Facturas! ¿qué haces
tu vestido de voluntario ?”. A lo que me contesto: “¡Me
he apuntado para ver los toros gratis!” “ ¡Qué
artista eres!” le tuve que replicar.
Enntre
tanto, la suerte quiso se sentara
cerca de mi localidad y el
diablo (que nunca duerme) dispuso que un
espectador cercano a nuestra localidad sufriera un
desmayo, aterrizando en el suelo mal parado.
“¡ A ver por favor!” los voluntarios de la Cruz Roja, que auxilien a este señor, se ha desmayado. En esos momentos Morante de la Puebla destapaba el tarro de las esencias en el redondel provocando la agitación y la perdida de memoria del bueno de Facturas, que ya no se acordaba que era voluntario de la Cruz Roja.
Respondiendo
al respetable publico que le requeriría: “No
le pasa nada, yo lo conozco, tranquilos
ahora cuando acabe la faena Morante lo socorro y santas
pascuas. Ofrézcanle un poco de vino y mejor si
es bueno quepor antes se espabilara
y así no hay que sacarlo en camilla, que conforme esta la
plaza nos revienta a mi compañero y a mí y luego he
quedado para ir a la feria.”
En otra ocasión, fui yo el objeto de anécdota. Se anunciaba en el cartel taurino el clásico espectáculo cómico musical del “Bombero Torero y los Enanitos Toreros”.
Me
gustaba ir porque me hacia especial gracia la lidia de los
novillos por parte de los toreros y su cuadrilla.
Al
finalizar el espectáculo me encontré con una persona de baja
estatura que casualmente andaba por los pasillos de la plaza
de toros. Al verlo, sentí la necesidad urgente de felicitarlo
de forma cariñosa por el resultado exitoso del espectáculo
que habían ofrecido.
¡¡
Hola buenas tardes!! “Acepte por favor, mis felicitaciones
por la gran actuación de arrojo y valentía que han
tenido esta tarde en el ruedo, a la hora de picar al novillo
con la escoba en la mano”.A lo que el buen caballero me
contesto: ¿Qué actuación dice usted? “Pues,
la charlotada celebrada ahora mismo que
intervenía usted como picador”.
y
ahí vino su sentencia con unas palabras digamos
parecidas a estas: “¡De
picador yo, Copón!”,
Mira artista, yo no he
participado en ninguna charlotada,
soy más de Cuenca qué
el resolí
y el morteruelo y
he venido a ver el entretenimiento.
Lo
único que
puede pasar es que te
arranque a mordiscos tus atributos varoniles
originándote un mal irreversible
para tú posible descendencia.
Entonces,
¿Se producen lances fuera del
redondel del la plaza o no
? Juzguen ustedes mismos,
pero sepan estas tres anécdotas son muy reales. Lo
único que se ha alterado de las historias son los nombres de
las personas que las protagonizaron...y no de todas.
Texto: Rafael Torres.
Fotos: Rafael Torres, Internet.
31 de agostos de 2017.
Publicado en la Revista Taurina de San Julián 2017, nº 3 "Por el Pitón derecho".
Texto: Rafael Torres.
Fotos: Rafael Torres, Internet.
31 de agostos de 2017.
Publicado en la Revista Taurina de San Julián 2017, nº 3 "Por el Pitón derecho".
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