La iglesia de San Esteban se quedó pequeña para la celebración de la Solemne Función Religiosa del Centenario del Huerto de San Esteban (1923/2023)
Cien años de Oración en la noche del silencio de Cuenca
La iglesia de San Esteban se quedó pequeña para la celebración de la Solemne Función Religiosa del Centenario del Huerto de San Esteban (1923/2023)
La Venerable Hermandad de Jesús orando en el Huerto de San Esteban, celebró en la tarde de ayer sábado, 2 de diciembre, una misa de acción de gracia por la conmemoración del Centenario de la misma a las 18:00 horas, en la iglesia de San Esteban, presidida por el consiliario de la hermandad y párroco don Antonio Fernández.
El paso de Jesús orando en el Huerto realizado por el laureado escultor Marco Pérez, presidia el altar mayor junto a las imágenes de San Isidro Labrador y su esposa Santa María de la Cabeza, dada la afinidad entre ambas hermandades, cuyas listas en el libro de registro de hermanos fueron un calco durante décadas y todavía lo siguen siendo.
A la misma, asistieron el alcalde de la ciudad, el presidente y vicepresidente de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca, representantes de las hermandades de San Isidro de Abajo y del Huerto de San Antón, muy vinculadas con la hermandad de San Esteban. La parte musical corrió a cargo de la Banda de Música de Cuenca, dirigida por Juan Carlos Aguilar Arias, cuyas interpretaciones de marchas procesionales enriquecieron el acto religioso.
El secretario de la hermanad, Carlos Martínez Gorríz, agradeció a todos los presentes:” su presencia en este significativo acontecimiento tan importante para la hermandad, detallando los actos que se van a llevar a cabo para la celebración de esta singular efeméride que hoy comienza”.
Fue un 2 de diciembre de 1923, en la iglesia parroquial del proto-mártir de la ciudad, se constituye la hermandad, instituida por 92 cofrades y presidida por el hermano mayor Salustiano García, bajo la advocación de una imagen del Señor, representativa de su Oración en el Huerto de Getsemaní, para tributarle cultos de altar y procesional en la noche de Miércoles Santo, en la procesión del Silencio.
Las constituciones fueron definitivamente aprobadas, tras oportuno informe del Fiscal diocesano, por el obispo y beato mártir Cruz Laplana Laguna, el 17 de junio de 1924. En el artículo segundo del Título II describía su uniformidad: “a la procesión concurrirán los hermanos vistiendo botas negras, túnica morada sujeta al cuerpo con un cordón blanco de la forma llamada de escapulario, en el que llevarán una cruz potenzada de brazos iguales y de color morado, también llevarán para el alumbrado del Paso una tulipa puesta sobre vara negra de las dimensiones corrientes para la mismas”.
El primer paso de la hermandad es obra del escultor Manuel Moreno Sastre, de Madrid, llegó a Cuenca en 1906 tras el encargo de don Mariano Catalina, gran benefactor de la Semana Santa. Estaba compuesto por las figuras de Jesús y el ángel, ejecutado artísticamente al modo “salcillano”, lleno de sencillez y plasticidad. Paso que perteneció desde 1906 hasta 1923, a la Venerable Hermandad del Prendimiento.
Iniciada la Guerra Civil se produce la desaparición de la historia de la hermandad. Reorganizándose el día 9 de marzo de 1941 cuando celebra su primera junta general, después de la contienda civil, en la casa número nueve de la Puerta de Valencia, domicilio social entonces de la Comunidad de Labradores de la ciudad, piso primero derecha.
La primera Junta Directiva estaba compuesta por el secretario Francisco Jiménez Martínez, depositario, Antonio González Martínez, contador, Rafael López y vocales Francisco Buendía, Sinforiano Castellanos, y Julián Herráiz Palomino. Nuncio Galo García con la gratificación de cincuenta pesetas, camarera, Amelia de León Meler y el guion era portado por Esteban Guerrero.
La Junta de Cofradías junto a la hermandad efectuó las gestiones oportunas para que don Luis Marco Pérez realizará un Misterio que representa la agonía del Salvador en Getsemaní, gubiado por Marco Pérez con destino a la Cofradía, en dos partes. Una primera que compone el misterio principal en 1941 y una segunda que se corresponde con la trasera del paso, y que entrega el escultor en 1953, con los tres apóstoles durmientes. Desde ese año podemos contemplar el magnífico grupo escultórico completo.
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