SEMANA SANTA CUENCA. Historia de la Real e Ilustre Esclavitud de Ntro. Padre Jesús Nazareno (de Medinaceli).

 

Historia de la Real e Ilustre Esclavitud de Ntro. Padre Jesús Nazareno (de Medinaceli)

Jueves, 11 de Marzo de 2021. Cuenca | Rafael Torres/Eldíadigital.es 

La talla, encargada al imaginero conquense don Luis Marco Pérez dará origen al desfile procesional de “El Perdón”, que por vez primera recorre las calles conquenses en 1.951.  

 

“Vosotros sois los que constantemente habéis perseverado conmigo en mis tribulaciones. Por eso yo os preparo el reino como mi Padre me lo preparó a Mí: para que comáis y bebáis en mi mesa, en mi reino, y os sentéis sobre tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”. 

 

Es noche de penitencias, de ocultadas reflexiones, de calladas inseguridades y de  muchas súplicas anónimas detrás de un Jesús de Medinaceli. Es la noche del “Perdón” en Cuenca,  y por eso la procesión alberga en sus misterios más profundos  los deseos desvelados de miles de penitentes que buscan en la mira del “Nazareno” la indulgencia a sus pecados. 

 

Don Luis Hernández Rodríguez, con treinta y dos esclavos y siete esclavas, funda el 15 de junio de 1.949 esta Esclavitud que queda instalada en la iglesia de los RR. Padres Oblatos de María Inmaculada, siendo aprobados el 30 del mismo mes sus primeros estatutos. 

 

En 1.950 comienza la Esclavitud a plantearse la posibilidad de participar en la Semana Santa conquense, creándose una comisión “Pro Imagen” para contactar con diversos escultores. No obstante, la creación del desfile del Perdón lleva a don Emilio Sáiz a encargar a Marco Pérez la nueva talla sin conocimiento por parte de la Esclavitud, aunque finalmente en Junta celebrada el 21 de enero de 1.951 se da el visto bueno a este encargo. Aprobándose también la actual uniformidad. Realizándose la primera subasta de los doce banzos para este primer desfile. 

 

La talla, encargada al imaginero conquense don Luis Marco Pérez dará origen al desfile procesional de “El Perdón”, que por vez primera recorre las calles conquenses en 1.951. Esta primera talla se encuentra en la actualidad en el Museo de la Semana Santa en el “Espacio Luis Marco Pérez”. 

 

La actual imagen es obra también de Marco Pérez, participando por primera vez en el desfile del Perdón en la tarde noche del Martes Santo de 1.971. Representa la imagen del Señor presentando al pueblo que pide que lo crucifique, atado de manos  y con corona de espinas. Luce pelo natural muy al estilo de la iconografía de la advocación, siendo una talla completa de vestir que desfila con la túnica de terciopelo morado bordada en oro realizada en 1.959 por Encarnación Román Checa. 

 

El 15 de abril de 1.953 queda agregada a la Archicofradía Primaria Nacional de los Padres Capuchinos de Madrid, por acuerdo del padre Fray Constancio de Aldeareca.

 

Popularmente conocido como “Jesús de Medinaceli”, fue con este nombre con el que se intentó fundar la Hermandad, no siendo aprobado el mismo, porque correspondía a un título nobiliario. Antes de participar en el desfile, quedó aprobado que las hermanas deberán participar en el mismo ataviadas con mantilla española. 

 

Para evitar la disparidad de coloridos en el calzado, se aprueba añadir a la uniformidad unas alpargatas blancas con cintas y calcetines morados. No llevándose a efecto posteriormente este acuerdo para evitar grabar la economía de los hermanos al ser su costo de veinte pesetas. 

 

Ante el proyecto municipal de construir una iglesia en los grupos de viviendas que se están levantando en el barrio de San Antón, la Esclavitud solicita se adjudique esta iglesia a la Advocación de Jesús Nazareno y se constituya en ella la sede de la Esclavitud. 

 

Desde la creación del desfile procesional se incorporaba al mismo en la iglesia de El Salvador pero, por determinados problema para su  puesta en andas, en el año 1.964 lo hace en la Catedral y un año más tarde, previa reforma de la portada de San Felipe, comienza su incorporación directamente desde su sede.  

 

Durante numerosos años se hacen distintos estudios para salvar la dificultad que significan las escaleras de acceso a la iglesia, llegando a pensar, ante lo irrealizable de las propuestas recibidas, hacer la salida desde la iglesia de las Hermanas Concepcionistas de la Puerta de Valencia, permiso que es denegado por el Sr. Obispo. Por fin en 1.976 se prueban unos raíles que salvan las escaleras y queda resuelto este problema, dando una especial singularidad a la incorporación de este paso al desfile procesional.