Sonaron campanas de Réquiem en el reino celestial de Cuenca
Ayer sábado, día 22 de agosto, tuvo lugar un concierto de campanas, una producción propia, en homenaje a los trabajadores de la Sanidad, bajo el sugerente título de: “Elegía sonora por una pandemia”. Un concierto que forma parte del Festival Conka Street de Artes de Calle.
Las circunstancias derivadas de la crisis del coronavirus han provocado que el Festival Conka Street de Artes de Calle tuviera que reducir sus actuaciones previstas a pesar de lo cual han podido llevar a cabo cuatro espectáculos y un concierto de campanas. "Conka Street ha estado promovido por la Asociación El Canto del Gallo y realizado por un grupo de voluntarios y colaboradores a los cuales les debemos los recuerdos de esta edición", comentaba su director Rafael Gascón.
La obra musical del concierto de campanas está compuesta por el director de la Banda de Música de Cuenca, Juan Carlos Aguilar Arias, contando con la participación de varios percusionistas de la propia Banda más otros de la batucada conquense “Sambas Colgadas”. Interviniendo en el mismo las campanas de las iglesias del Cristo del Amparo, El Salvador, San Pedro y San Pablo, La Fundación Hospital de Santiago y el Convento de las Concepcionistas de la Puerta de Valencia.
Se realizaron dos pases a lo largo del día, uno a las 10 horas de la mañana y otro a las 20 horas de la tarde con una duración aproximada de 20 minutos, pudiendo ser escuchada desde cualquier punto alto de la ciudad.
Miriam Castellanos profesora de saxofón de la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas “Ismael Martínez Marín” de Cuenca ha precisado a el Día digital .es su particular perspectiva de la obra: “Se trata de una obra muy original y novedosa por partida doble, ya que no se había realizado algo así en nuestra ciudad, y por otro lado, en lo referente al compositor, ya que su repertorio más conocido han sido hasta ahora, pasodobles y marchas procesionales.
En cuanto a la obra, cada una de las campanas de las parroquias participantes ha reproducido un motivo musical que, en su conjunto y bajo mi punto de vista, ha servido para recrear diferentes situaciones vividas en esta pandemia; por un lado, el agradecimiento a través de los aplausos de las 20: 00 horas a los sanitarios.
(Posiblemente reproducido por el repicar de las campanas de Las Concepcionistas de la Puerta de Valencia, que son más alegres), y por otro, sin perder de vista la parte triste, (el gran esfuerzo por evitarlos fallecimientos, etc), reproducido en el sonido triste de otro conjunto, (desde mi situación no sabría especificar cuáles), haciendo alusión cómo no podía ser de otra manera, al título de la obra.
El discurso musical se desarrolla con la intervención del resto de grupos de campanas de las diferentes parroquias. La composición, muy bien interpretada por los percusionistas de la Banda de Música de Cuenca y varios miembros de la Asociación Sambas Colgadas, concluye con un final que busca transmitir serenidad y calma”.
Sin duda, ayer al oír el sonido que emitían las campanas en el concierto muchas personas volvieron a reflexionar sobre los difíciles momentos vividos a lo largo de esta sanguinaria pandemia del Covid-19.
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