HOY NOS VAMOS DE RUTA POR EL CERRO DEL SOCORRO (Por Rafael Torres)
Domingo, 12 de Julio de 2020
OPINIÓN | Rafael Torres/El Día digital.es
Iniciamos la ruta desde el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha (MUPA) situado en el barrio de Tiradores Altos junto a la ermita de la Virgen de Fátima para llegar hasta el Cerro del Socorro, donde se encuentra el monumento al Sagrado Corazón de Jesús inaugurado el 14 de julio de 1957.
Al Cerro del Socorro se puede ascender por varias rutas, incluido el coche por medio de la pista forestal que sale a la derecha en las inmediaciones del puente que conduce hasta la pedanía de Molinos de Papel y Palomera. Perfectamente, podríamos subir por las sendas que hay en la ladera del Cerro de Socorro, justo enfrente del inicio de nuestra ruta.
Bajamos todo el barrio de Tiradores Bajos en busca de la Puerta de Valencia, hasta encontrarnos con el novicio Huécar, dejando a la derecha el convento de Concepcionistas con su atrayente portada barroca. Vamos en dirección hacia el Parador de Turismo para coger el camino que nos lleve a nuestro destino.
Subimos la larga cuesta de San Pablo, fijándonos en la imagen de Cuenca que triunfa en todo el mundo, sus Casas Colgadas: ese conjunto de terrazas voladas que plantan cara al precipicio, logrando un efecto de Casas Mágicas que se suspenden en el aire.
Vamos a empezar la subida hacia nuestro destino pero antes cogemos fuerzas observando la perspectiva que ofrece la plazuela de acceso al Parador de Turismo. Espectacular la vista panorámica que ofrece todo el arriscado anfiteatro urbano que va del Archivo Histórico Provincial a las Casas Colgadas, sobre la garganta de la Hoz del Húecar.
Iniciamos el ascenso por el camino de la derecha que nos indica la subida conforme vamos andando nos encontramos con enormes bloques de piedra maciza del propio, Cerro del Socorro, de las que cuelgan intrépidos escaladores.
Nada más subir los grandes escalones de piedra, comienza el Vía Crucis del Cerro del Socorro, catorce monolitos que simbolizan las catorce estaciones de penitencia que hizo Jesucristo desde su prendimiento hasta su crucifixión y sepultura. Este Vía Crucis lo podemos utilizar para expresar la dificultad que se presenta al subir la cuesta arriba que nos lleve hasta el cerro.
A punto de llegar a la cima empezamos a divisar el monumento al Sagrado Corazón. Subimos a 1.147 metros de altura para observar desde el Mirador del Cerro del Socorro las mejores vistas de la ciudad de Cuenca.
Impresionante el observatorio de la ciudad que nos ofrece el mirador, las elevaciones superiores de la Hoz del Huécar, con la fila de azoteas y tejados que descienden del cielo. Al otro lado la vista nos lleva al derrame de la ciudad baja que se difunde en la lejanía.
Glorifica perspectiva del Júcar: la vista nos lleva hasta el puente de San Antón; iglesia de la Virgen de la Luz; cerro de la Majestad con la popular barriada de San Antón, lamiendo parte de su ladera. Al fondo la nueva Fuensanta, el Hospital y la vieja carretera de Madrid. Magnifica la plataforma de la enhiesta Torre de Mangana símbolo de la ciudad, barrio Judío en tiempos medievales.
Una vez que nuestra vista haya disfrutado y de qué forma con esa “Cuenca en volandas de celestes prados, de peldaño en peldaño fugitiva”, comenzamos nuestro descenso eligiendo libremente por donde hacerlo.
Volveremos con otra ruta por las montañas de Cuenca poblada de edificios asentados sobre el precipicio hasta llegar a los cielos.
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