El Juli corta la única oreja de la tarde en el cuarto toro

Miércoles, 28 de Agosto de 2019. Cuenca | Rafael Torres/ElDigital.es
El Juli demuestra su puesto en lo alto del escalafón cortando la primera oreja de la tarde ante un toro muy aplaudido. Hasta el descanso la corrida transcurrió sin premio para los toreros con los saludos de Manzanares y Aguado como lo más destacado de la primera mitad. La corrida termina con bronca del público pidiendo la dimisión del presidente.
Quinta y última corrida de abono de la Feria Taurina de San Julián 2019. Con un cartel de lujo con Julián López 'El Juli', una de las figuras mandonas del escalafon que resesiste a perder su sitio; José María Manzanares, que llegaba a Cuenca saboreando su triunfo en la semana grande de Bilbao; y compartiendo terna Pablo Aguado, la promesa y revelación sevillana que reaparecía en la Plaza de toros de Cuenca despues de recuperarse de su lesión de hombro que sufrió en la feria de Gijon.
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Los toreros visten :Julián López "El Juli" de Tabaco y oro. Manzanares de Sangre y oro y Pablo Aguado de Marfil y oro.
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Pablo Aguado hacía el pasillo montrera en mano por hacer su presentación en la Plaza de toros de Cuenca. Un paseillo roto por el himno nacional con el público puesto en pie y gritando 'Viva España'.
Comenzaba el Juli con la muleta muy suave cuando la fuerza del toro falló y caía a la arena comenzando las protestas del público. Una falta de fuerzas que empujó al diestro a realizar una faena corta antes de tomar la espada. Mal comenzaba la tarde.
Entró a matar y pinchó a la primera y a la segunda dejó media estocada que obligó a usar el descabello de cruceta mientras el respetable gritaba 'fuera, fuera' y pitaba al toro en el arrastre. Los nubarrones de la floja corrida del día anterior comenzaban a cernirse sobre los aficionados.
Llegaba el turno de José María Manzanares que comenzaba bien con el capote al que correspondió el picador con una buena puya. Inició la faena con la muleta en los medios ante la expectación del público que comenzó a soltar los primeros 'olés' de la tarde y los aplausos brotaron en el tendido ante las buenas tandas por las dos manos sacando todo lo que tenía el toro.
Se hizo el silencio cuando entró a matar pero dejó una estocada fea, tendida y trasera. Caía el animal y el alicantino recibió como premio el aplauso del público y saludos desde el tercio.
Saltaba a la plaza el debutante Pablo Aguado que a las primeras de cambio demostró muy buenas maneras de mover el capote. Le siguió un buen par de banderillas de Iván García al que el público obligó a desmonterarse. Era un comienzo prometedor de Aguado con grandes aplausos en el cambio de mano con la sensación de parar el tiempo con su toreo capaz de poner la plaza en pié a la hora de cuadrar el toro.
Era la que podía haber sido la mejor faena de la feria pero falló al entrar a matar. Una lástima que fallara en los tres intentos y tuviera que finalizar con el descabrillo. Aplausos para el toro en el arrastre y saludos del torero. Un día más se llegaba al descanso sin trofeos.
Volvía El Juli de nuevo al ruedo para brindar el toro al público comenzando la faena en los medios y sacando la rabia del número uno en el escalafón que arrancaban los aplausos. Largos naturales rematados con un gran pase de pecho mientras sonaba la música. Entendió bien al toro al que le dio espacio y tiempo para sacar una gran faena ante un animal de gran calidad.
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El público pidió con fuerza la oreja y se la concedió. El torero tuvo su premio y el toro también con la vuelta al ruedo
Llegaba el turno de Manzanares con un toro que no le dejó lucirse en la salida y al que sólo pudo sacar tres verónicas y la rebolera final como nota destacada antes de que tuviera que ser devuleto a los corrales tras lesionarse la pezuña izquierda.
Salía el sobrero y poco después corría la misma suerte con la lesión y Manzanares se vio obligado a matarlo cuando comenzaron los gritos de "presidente dimisión" mientras que el diestro saludó desde la arena.
En estas el debutante era el encargado de cerrar la Feria Taurina de San Julián 2019 y lo hacía ante las discrepancias del público por la poca fuerza del animal. Una tarde de más a menos con un toro que no le permitió en ningún momento lucirse. Entró a matar y dejó menos de media espada pero suficiente para tumbar al sexto de la tarde.
Se cerraba así la feria dejando mal sabor de boca. Tarde de altibajos condicionada por el fallo en las espadas de los toreros y por el juego de los de José Vázquez. Los diestros fueron despedidos con aplausos mientras que el palco presidencial se llevó una bronca monumental con gritos de "dimisión".
La feria taurina dice adiós hasta el año que viene.
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