A tan solo unos días de entrar por completo en la cuaresma y por consiguiente en los preparativos para nuestra semana de pasión los nazarenos conquenses respondieron con su presencia a la llamada de los cuatro campanarios con sus seis campanas de la Giralda, símbolo universal de la cristiandad, en su día el alminar de la mezquita mayor de Sevilla, coronada por el Giraldillo, figura gigantesca de bronce que representa la Fe victoriosa, no si antes sufrir un temporal de nieve y agua que convirtió el viaje en una aventura y los campos y dehesas andaluces en postales navideñas protagonizando un curioso y novedoso paisaje.
La cita era ineludible para los amantes de la Semana Santa pues se celebraba la Muestra Nacional de Arte Cofrade “Munarco”; con la diversidad y singularidad de los ritos y costumbres de las cofradías españolas en épocas y orígenes diferentes divagando con otras formas de concebir la Semana Santa donde todas tienen en común la autenticidad que radica en su compromiso evangélico de la imagen que hemos visto de Dios.
Una muestra que ha adquirido gran notoriedad y predicamento a lo largo de los diez años que lleva funcionando, en la presente edición muchas hermandades nacionales han querido estar presentes en la misma por contar con una nueva ubicación en un triple escenario que exponer la Catedral el mayor templo gótico del mundo y el tercero de la Cristiandad, la Casa de la Provincia, y los Reales Alcázares el primer palacio de la ciudad de Sevilla que mezcla en su interior elementos artísticos mulsumanes con otros góticos, renacentistas y barrocos.
Representando a nuestra Semana Santa y dando a conocer a todo la geografía Hispana nuestro carácter devoto de profesar el mayor prodigio de Amor vivido por la humanidad estaban en el trascoro catedralicio las Imágenes del Prendimiento de Jesús y Nuestra Señora de las Angustias, pertenecientes a las Venerable Hermandad del Prendimiento de Jesús y a la Real Ilustre y Venerable Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias talladas por las manos del Laureado Luís Marco Pérez con sus andas procesionales levantando supiros incontrolables a los conquenses que las visitamos indicándonos porque somos nazarenos de Interés Turístico Internacional, y la necesidad imperiosa de custodiar nuestra tradición tal y como la conocemos, con la justificación de vigilarla y preservarla en el tiempo, evidenciando que no dejamos a nadie impasible, bien por la calidad primorosa de las imágenes o por la disposición y austeridad conjugada en nuestra andas o por ser únicos en una ciudad creada para desfilar con sus banzos eternos de sus hoces entre el Júcar y el Huercar apoyándose en la horquilla de piedra de sus rocas inmortales creadas para tal fin;
Compartiendo espacio junto al Cristo Atado a la Columna de Medina de Río seco ( Valladolid), hermandad del Cardenal Amigo Vallejo, la imagen de Jesús Nazareno de los Santos de Maimona( Badajoz), el paisaje evangélico insólito de ver por nuestros lares como el de la samaritana en el pozo de la localidad de Totana, ( Murcia) contrastando cuan alejada de los principios de la escuela sevillana se encuentran las imágenes que se obran en la meseta; como muestra el palio de la Virgen de la Aurora, de la cofradía sevillana de la Resurrección bellamente adornado con orquídeas y rosas además de los ornatos propios destacando su ubicación en el famoso tenebrario de la catedral.
Fotos Julián Espada.
No muy lejos de allí, en la Casa de la Provincia, se dan cita los stands de los artistas, donde bordadores, orfebres, imagineros, anticuarios y curiosamente hasta artesanos de pelucas de imágenes muestran al publico sus creaciones. El impresionante paso del palio de la Virgen de la Soledad Coronada de Alcalá del Río preside el patio central.
El
Alcázar cierra el recorrido con una muestra de estrenos y enseres
procesionales destacando los enviados por las V. Hermandades de la
Virgen de la Soledad del Puente, San Juan Evangelista, Jesús Orando
en el Huerto de san Antón de Cuenca, que motivaron un gran interés
a los visitantes.
Primitivamente
a los actos previstos para el sábado 28 de enero la Junta de
Cofradías de Semana Santa de Cuenca estableció una misa para los
devotos a San Julián Obispo, protector y patrón de nuestra ciudad,
henchidos de alegría se personaron muchos conquenses, para
recordarlo en tierras de María Santísima, celebrando la homilía el
delegado de la J. de Cofradías en la iglesia de San Gil, basílica
de la Esperanza Macarena, ubicada entre las calles de San Luís,
Bécquer y Escobero, de estilo barroco andaluz y trazada por el
arquicteto Aurelio Gómez Millán, cuenta en su interior con un total
de cuatro capillas que son la de Ntra. Sra. del Santo Rosario, Ntro.
Padre Jesús de la Sentencia, el Crucificado de la Salvación y el
altar de la Hispanidad, debido a las características del templo los
fieles pudimos disfrutar de una buena audición y durante toda la
misa poder contemplar el altar mayor donde se encuentra la Señora de
Sevilla para algunos.
Durante
todo el fin de semana las actuaciones de Bandas de Cornetas y
Tambores se sucedían junto a la Casa de la Provincia, en un contexto
creado apropósito para sentir un círculo nazareno, anunciando que
la Semana Santa esta próxima, no es habitual que un paso recorra
las calles de Sevilla un 28 de enero pero en esta ocasión fue de
forma extraordinaria por el singular arrabal Trianero se trataba de
la imagen del Señor de las Penas, obra del flamenco José de Arcé,
perteneciente a la hermandad de la Estrella que conmemoraba el 350
aniversario de su hechura, exento sobre su paso de misterio, sin el
acompañamiento habitual de sus figuras secundarias, pero con el
acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores de la
Presentación al Pueblo de Dos Hermanas. La Cruz de Guía de la
hermandad abría el cortejo acompañado de 120 hermanos con cirios,
pero sin su uniforme habitual además integrado por el guión del
Triunfo de la Santa Cruz y el estandarte corporativo mereció la pena
verlo porque ofreció una nueva visión desconocida para muchos de
nosotros y que al coincidir en fechas difícilmente veríamos, entre
las sorpresas de la procesión destaco la llamada a las puertas de la
parroquia de Santa Ana así como los costaleros.
En definitiva magnifico fin de semana en tierras del sur de España
donde vivimos otras formas distintas de sentir el sufrimiento, el
dolor, la injusticia, la sin razón plasmados en las gubias de los
maestros mas importantes de la imaginaria religiosa pero con un
divisor común nadie cambiaría nada de lo que siente en pleno
corazón cuando percibe a su imagen cerca.
No seria un hecho cordial por mi parte terminar mi crónica de un viaje a Sevilla sin mandar un saludo considerado a mis amigos que compartieron conmigo un maravilloso fin de semana difícil de olvidar que forma ya parte del libro intimista, escrito desde lo más profundo de mi sentimiento, de mis sensaciones, de mis emociones; ellos saben a quien me refiero no podría nombra a tantos y tantos….verdaderos nazarenos.
Y
para Sevilla, esa bella ciudad universal, a sus calles, a sus
tabernas, a sus plazas a sus gentes que forman sin lugar a dudas, uno
de los lugares más sorprendentes donde todo el mundo puede disfrutar
mi emocionado recuerdo.
Publicado en el diario la Tribuna de Cuenca, en el año 2006.
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