Semana Santa/Cuenca Se cumplen 35 años del traslado de los restos mortales del escultor Marco Pérez a Cuenca (Por Rafael Torres)
Se cumplen 35 años del traslado de los restos mortales del escultor Marco Pérez a Cuenca (Por Rafael Torres)
Sábado, 22 de Febrero de 2020. Cuenca | Rafael Torres/El Día digital.es
Este domingo, día 23 de febrero, se cumplen treinta y cinco años del traslado de los restos mortales del escultor don. Luis Marco Pérez a Cuenca, fallecido dos años antes, para ser depositados en el cementerio de San Isidro labrador que vence y eleva a la Hoz del Júcar. Fue en el año 1985 cuando el genuino artista de Fuentelespino de Moya encontró definitiva sepultura gracias a la gestión realizada por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de “El Salvador”.
Los restos del “padre artístico” de la Semana Santa, fueron trasladados desde el Cementerio de la Almudena (Madrid) hasta la ciudad de Cuenca, donde la comunidad nazarena le dedicó un solemne funeral, oficiado por el Obispo de la diócesis, monseñor Guerra Campos. El féretro fue llevado a hombros por compañeros y discípulos de la Escuela de Artes y Oficios, desde los arcos del Ayuntamiento, escoltado por los guiones de las hermandades, hasta el interior de la Iglesia Catedral Basílica.
En el interior del templo el Coro del Conservatorio interpreta el “Miserere del Maestro Pradas” mientras la comitiva fúnebre desfilaba delante de los trece pasos procesionales que colocados en diferentes naves catedralicias, rendían homenaje a su creador. Estos mismos que surgieron de su infinita sabiduría artística y que sus agiles manos labraron.
Los guiones y estandartes se inclinaron a su paso en señal de reconocimiento al “Creador” de la Semana Santa, después de la contienda civil. Todo lo que significa hoy la Semana Santa de Cuenca, artísticamente se le debe y de qué forma, al laureado escultor Marco Pérez.
Finalizado el réquiem, los restos de Marco Pérez, fueron conducidos hacia el cementerio de San Isidro Labrador, en procesión nazarena. Abriendo el cortejo los guiones de todas las hermandades de la Semana Santa, seguido del féretro portado a hombros por nazarenos y conquenses. Escoltando el desfile las autoridades civiles y militares y la Banda de Música de Cuenca que interpretaba para la ocasión, la marcha fúnebre del compositor Alfonso Cabañas “Marco Pérez Ha Muerto”.
CURIOSIDADES DEL TRASLADO.
Testigo directo y único superviviente de aquel momento íntimo de la exhumación de los restos de Marco Pérez en el cementerio de la Almudena de Madrid, es Pedro Romero Sequí, en aquel momento directivo de la hermandad de Jesús de El Salvador, que ha querido recordar cómo sucedieron los hechos 35 años después para El DIA digital. es
Al cementerio de Madrid, comentaba “Pedro nos trasladamos Luis Benítez, Andrés Villanueva, Cayo Córdoba que hizo el servicio funerario como responsable de (Serfuconsa), y un servidor. Allí nos esperaba su heredero universal, Pepe Rincón que reconoció los restos de Marco Pérez. Este se encontraba en un buen ataúd, en una fosa común de seis cuerpos teniendo por encima cuatro cuerpos por más. Su estado estaba perfectamente encarnado como así lo reconoció Pepe Rincón.
Pedro Romero, relata que la idea de trasladar los restos de Marco Pérez, se barajaba desde la hermandad de Jesús Nazareno, desde hacía dos años, pero parecía que no era posible forjarla. Manuel Osuna, Delegado de Cultura, en aquel momento, abrió la puerta para poder hacerlo y se organizó una comisión formada por: Luis Benítez, Andrés Villanueva, Ángel Álvaro, y Pedro Romero.
Pedro continua explicando, que estaba previsto que los restos llegarán el día 23 de febrero para su funeral en la catedral pero ese mes de febrero había sido muy invernal y se pensó que sería mejor traerlo dos día antes y se dejó en el depósito del cementerio de Cuenca y desde allí se trasladó a la catedral. Marco Pérez realmente llegó a Cuenca el día 21 de febrero de 1985.
La fosa se escavó unos días antes con mucho trabajo porque era en piedra y fue gentileza del constructor Jesús Serrano, siendo también la lápida que cubre la fosa un regalo del marmolista conquense Antonio Granero.
Destacando el ánimo y empuje de la hermandad de San Isidro que facilitó su ayuda para llevar a cabo el entierro de Marco Pérez en el cementerio. Para Pedro Romero, lo más llamativo y significativo del traslado de los retos de Marco Pérez, independientemente de los actos culturales y religiosos fue la magna exposición de los pasos de Semana Santa en la catedral.
Era emocionante, recuerda Pedro Romero, ver como se subían los Pasos de gran envergadura a la catedral (San Pedro, El Huerto, La Exaltación), además de traer un Nazareno del pueblo del artista homenajeado. La colaboración de los nazarenos de Cuenca fue imprescindible para que su homenaje saliera bien, subraya Pedro Romero.
Y así. De esta forma se consiguió que don Luis Marco Pérez, descanse en el pequeño cementerio de los canónigos, a la vera de otros artistas, de la talla de Fernando Zóbel y Federico Muelas, aminorando un Huerto del Señor con sellos ilustres, en este rincón. Donde convendría escribir: un escultor de Cuenca, para toda España
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