Ya es oficial y no hay vuelta atrás. Después de la rumorologia existente en el barrio del Vaticano se confirma oficialmente por parte de la familia Recuenco Martínez, que el próximo domingo 8 de julio, el bar restaurante Mangana, decano de cuántos establecimientos hay en la plaza mayor, echa definitivamente el cerrojo a su puerta.
Con el cierre de este representativo establecimiento de la Plaza Mayor de Cuenca, se pone punto y final a una etapa de 30 años bajo la gerencia del matrimonio formado por Rosa Martínez Gimeno y Pablo Recuenco Garrote y sus hijas Marta y Paula.
El pasado año se cumplía el 70 Aniversario del Bar restaurante Mangana (1947-2017). Este establecimiento ha sido todo un referente por su antigüedad, tradición y simbolismo en toda la ciudad de Cuenca.
La primera referencia de los orígenes de este santo lugar del Vaticano conquense, la encontramos en la persona del pequeño y gran hombre Fermín Asensio “Jamú”, su primer dueño y creador de la zaga del bar Mangana y sus hazañas.
Desde su larga historia el bar Mangana siempre ha tenido un protagonismo especial en las principales fiestas de la ciudad y acontecimientos sociales producidos en la Plaza Mayor. Los descansos de las procesiones de Semana Santa, el canto del Himno a San Julián al terminar la Misa Pontifical en su honor en la Catedral de Santa María y San Julián, o el aperitivo dominical para los conquenses. Además de ser un buen sitio para comer y beber para los foráneos y visitantes que salían del mismo con energías renovadas para continuar su visita a la ciudad y con un grato recuerdo de su gastronomía y servicio.
Brillaba en primer plano en las fiestas de San Mateo. Sus paredes rezuman historietas por cemento cuadrado y las mismas se han colgado los cartelones tan célebres que ponían de vuelta y media a todo el barrio de la plaza.
También se creó en ese legendario restaurante el rotativo independiente de la Gaceta Vaticana. Subiendo vecinos de todos los barrios de la ciudad para reírse a carcajada limpia de los mencionados que en la pared aparecían fotografiados y puestos a caldo y no de gallina. También fue sede de la Peña “El Korinto” pionera en la creación de las peñas mateas en la ciudad con Herminio y su hermano Miguelín García.
La historia contemporánea del bar Mangana va unida a la familia Recuenco Martínez, que se hicieron cargo del mismo en el año 1992, coincidiendo con la creación de la Peña “El Mandil”. Gracias a la gentileza de sus dueños cada 14 de agosto esta Peña colocaba el contador que anuncia a los vecinos del casco antiguo y a los que se acercan al mismo los días, que faltan para las anisadas fiestas de San Mateo.
Son muchas las historias y los personajes que han pasado por el restaurante más antiguo de la Plaza Mayor y quizás de la ciudad. Con estas palabras quiero agradecer y homenajear a esta familia, que ha formado parte de mi vida en momentos muy emotivos y felices. Deseo de todo corazón a la familia Recuenco Martínez que sean en extremo muy dichosos y que recuperen la vida que han perdido sirviendo a los demás.
Cuenca | Rafael Torres/Eldiadigital.es
Viernes, 6 julio 2018.
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