El
cortejo procesional continuó
por las calles de las Torres, Carretería y Calderón de la Barca,
hasta llegar al puente de la Trinidad para iniciar el ascenso hasta
el Oratorio de San Felipe Neri donde se efectuó la bendición de
palmas y ramos por el Obispo de la Diócesis de Cuenca, don José
María Yanguas, acompañados del ilustrísimo Cabildo Catedralicio.
Tras
la incorporación a la procesión del prelado del episcopado y la
Corporación Municipal, prosiguió el desfile procesional por la
calle Alfonso VIII hasta la plaza Mayor. A la salida de los Arcos del
Ayuntamiento, los pasos fueron recibidos con pétalos de flores que
embelleció su entrada a la plaza mayor.
Fue
una procesión de colorido singular, que desplegó a la ciudad de
Cuenca emociones gratificantes y esperanzadoras teniendo como
protagonistas a los futuros nazarenos con su sincera
y entusiasmada ilusión por la Semana Santa.
Texto y fotos: Rafael Torres.
18 de abril de 2017.
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