La
Villa Y Corte de Madrid, se prepara para celebrar la inminente
llegada de la Navidad. Sus calles se visten de luces consiguiendo llenar de alegría a todos los que la visitan y viven allí.
Su
Plaza Mayor, que cumple su IV centenario
es un punto de referencia para todos aquellos que deseen impregnarse
del ambiente navideño. Su tradicional mercadillo con 104 casetas
exclusivamente dedicadas a la venta de productos tradicionales
navideños, como figurillas artesanas
para el belén, adornos para la casa e incluso el típico árbol con
toda la decoración de bolas, luces y guirnaldas además de los
originales adornos que puedas imaginar.
Llama
la atención a los visitante y a los ciudadanos de la capital de
España los nuevos diseños de los abetos de la Puerta del Sol, la
Plaza Mayor, la Puerta de Alcalá y las calles Arenal, Carmen y
Preciados. Las luces de las calles
Preciados en la plaza del Callao y en la Puerta del Sol estarán, sincronizadas con las campanadas del reloj de la Real Casa
de Correos que anunciarán la llegada del nuevo año 2017.
Mi
recuerdo aniñado
de la Navidad, va estrechamente ligado a la ciudad de Madrid,
y en concreto a su Plaza Mayor, fue en
la película española “La gran familia”, en la famosa secuencia
en la que el abuelo, (el
genial isbert),
lleva a sus numerosos nietos al mercadillo navideño y pierde a su
nieto más pequeño
(¡¡¡Chenchooooooooooo!!!).
“La
gran familia” es para mi la película de la Navidad por excelencia
que nunca se olvida y te deja señal del espíritu del niño que
llevamos dentro los mayores al recordar estas fechas tan
entrañables.
Ojalá
pasaran muchas veces películas de este estilo, que llenaran nuestro
ser de reacciones positivas y sobre todo de valores humanos, algo
que falta y escasea mucho en estos tiempos donde la familia ya no es
la primera en en orden secuencial de las prioridades del ser humano.
Texto y fotos: Rafael Torres.
14 de diciembre de 2016.
Comentarios
Publicar un comentario