Hoy
22 de noviembre la iglesia católica celebra la solemnidad de Santa
Cecila, patrona de los músicos y poetas. Se le
representa con los atributos del órgano, el laúd y las rosas.
Es
afán y deseo del que escribe
esta reseña felicitar a todos los músicos del planeta en un día
tan señalado para
ellos como es este, por tener la facultad de crear
arte a través de combinar los sonidos de forma
agradable al oído.
De
forma especial quiero hacerlo con la Banda de Música de Cuenca
(Asociación Cultural Virgen de la Luz).
La
Banda de Música de Cuenca fue creada el 16 de diciembre de 1895 por
Santos Fontana, alcalde de la ciudad por aquel entonces, con la idea
de acoger a los estudiantes de la Academia de Música, creada 15 años
antes.
Esta
centenaria Banda, es por tanto, hoy en día, la formación musical
más antigua que existe en nuestra ciudad. Desde su creación han
sido varios los directores que han empuñado la
batuta al frente de la Agrupación: Arturo García Agúndez,
Casimiro, Rafael Rubio, Nicolás Cabañas, Jesús Calleja, Lucio
Navarro, Aníbal l Carricoba, Aurelio Fernández Cabrera y Juan
Carlos Aguilar Arias, su actual director.
En
estos tiempos que corren, la Banda de Música de Cuenca sigue estando
presente en la práctica totalidad de actos lúdicos-festivos que se
organizan en esta
ciudad, siendo en Semana Santa y en San Mateo donde su trabajo se
hace más visible al ciudadano sin olvidar sus
espléndidos conciertos en el
parque de San Julián, en plena época estival
y su participación en las fiestas de los barrios donde
consiguen siempre amenizar a la vecindad.
Desde
su creación hasta el momento actual, gracias a la ilusión y
preparación de sus componentes, siempre ha ido dejando constancia de
su calidad y buen hacer en todas las actuaciones, tanto en la ciudad
de Cuenca como en otras localidades dentro y fuera de la provincia.
Creo por ello que son buenos merecedores de este reconocimiento en
forma de unas sencillas palabras que solamente quieren poner en valor
el esfuerzo de sus componentes, auténticos
enamorado del lenguaje universal por excelencia, sólo
ellos con sus sonidos son capaces de producir en nosotros intensas
emociones y sensaciones, recuerdos y lagrimas.
Se
imaginan ustedes, que sería de nuestros desfiles procesionales sin
no contáramos con la
aportación musical de nuestra singular
Banda de Música, nadie mejor que ellos para
entender el sentir del bancero cuando porta la imagen y las fuerzas
comienzan a flojear; y la aportación musical a
las fiestas de San Mateo. Todos deseamos que acerque la hora, para
escuchar con emoción los perfectos sonidos musicales que emite esta
agrupación musical debajo de
los arcos del ayuntamiento.
Por
todo lo expresado, entiendo que la ciudad de Cuenca, sin los sonidos
de la Banda de Música, se encontraría huérfana de emociones y
perdida en el abismo de la indiferencia.
Texto y fotos: Rafael Torres.
22 de noviembre de 2016.
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